lunes, 4 de diciembre de 2017

y te lo querías perder

Hay días en el año que no existen, que no se merecen las letras o por lo menos no de la misma forma, y por eso he tenido que esperar unos días más para recordar este día.

No hubiera sido justo escribirlo in situ, seguro que no habría sido realista, todas las circunstancias habrían predominado sobre la realidad y es un caso que no debe ocurrir. Ya ocurrió en ese día, ya dejé de hacer muchas cosas de Lunes que igual no recupero, que igual debería pedir perdón, pero como tantas otras cosas, no sé si hacerlas, si las debo hacer o si merezco hacerlas.

El día es de esos normales, tampoco lo juzgo, el trabajo poco a poco va saliendo, y empieza la semana que tiene una pinta indecente pero eso ya será otro cuento.

Solo hay que intentar que se acabe y no hacer ni intentar nada más

Un largo paseo sin más sentido que pasar el tiempo.

Duele, duele tanto y no tiene nada que ver físicamente.



Hoy toca primero hacer unas gestiones, el correo empieza a estresarse pero hay que dar primero una vuelta para ir, poco a poco, arreglando la situación y tranquilizándola. A ritmo realmente alto, muy alto, pero viene muy bien. Sirve para soltar un poco de esa tensión que vendrá.

Empiezan los nervios, seguimos dando vueltas, sentando cátedra.

Una ensalada  y gracias

A terminar el día, pasa lo mismo, se tiene que acabar, empieza a hacer algo de fresco pero tampoco pasa nada. Otro paseo y a ver un partido que tenía que ser tranquilo y que por supuesto, no lo ha sido. Es raro, pero bueno, la vuelta de Bale igual sirve de algo.

Por lo menos ellos se han llevad una alegría.

Intento enmendar algún que otro error, de esos que te dejan un poco frio, pero algo de calorcito si se ha notado, no está mal.

El mal día fue ayer, a ver mañana como lo hacemos



Hoy un poco más temprano, aunque hace tiempo que me dio igual los horarios, hoy si ha salido esa parte responsable, va a ser una mañana muy larga, voy preparado, llevo todas las ayudas posibles, pero va a ser muy largo.

Y lo es, no entiendo como discuten de esa forma, los números los tengo yo guardados por si hace falta, pero no parecen necesarios, aún no. Seguimos avanzando y eso es lo importante.

Se acaba uno y nos vamos a por la siguiente, y después a por la otra y ya la tercera de las habituales. Estas son las que ya están controladas, fluyen solas, aunque  mucho caso no la he estado haciendo, se que me queda una llamada pendiente que ya será esta tarde, he ido saliendo de una a otra con la sensación de falta de tiempo y falta de caso.

Y vamos a por lo gordo, menos mal que hemos avisado y vienen enseñados, sabemos donde está el enemigo y quien debe quedar retratado y de que manera cada una de las partes se debe comportar. Todo acaba con un adiós y colgada la conversación.

El problema es que luego todo esto repercute donde no debe, empiezan los doscientos mil correos preguntando, diciendo que no para demostrar que si, las cábalas, lo que se puede o no manipular. Un follón, y un follón que llega muy tarde, demasiado y queda muy poco tiempo, poquísimo, casi nada, y no damos para más, y el límite están tan cerca… en fin, que vamos a ver si comemos esa mísera ensalada y la tarde es algo más tranquila.

La llamada de rigor y vamos para casa, toca pasarse a saludar, felicitar y recoger las sobras.

Vuelta, otro largo paseo que hoy te lo has ganado, que se acaba el día, como sea pero que se acabe, no se merece nada más




Hoy debería ser bastante más tranquilo, pero siempre hay tiempo para una sorpresa, de esas que te terminar de cabrear.

No doy para más, el no contestar no es por gusto, odio tener correos sin leer y mucho menos sin contestar, pero hay días que son así y poco se puede hacer.

Y el llegar y que te exijan, y de malas maneras, porque hay que dejar los números bien, está mal.

No por más correos iré más rápido. Entonces dámela por buena si no la vas a revisar. Si lo hicieras bien no tendría que revisarlo. Es un favor que se os hace, no una obligación. Y así está el ambiente, que estará bien, seguro, que además se da la maravillosa casualidad que iba a ser el siguiente correo, pero me cabrea tanto, tantísimo.

Mejor ponerme con otras cosas, sigamos  contando números y las rutas ya quedaran para finiquitarlas mañana, porque ha sido un día muy largo. Creo que necesito una copa.

Primero ir a comprar un poco, bueno, a recogerlo. Y rápido, rápido que me estas esperando, paseo, sitio, terraza a estas alturas, muy rico, esa copa esperada, siempre sienta tan bien todo.

Vuelta a casa, me acostumbraría, me recuerdo en días como el de hoy, y también recuerdo que esta vida es la que me llevo al mal camino, a tanto hospital y tan poca vida, pero así es mi vida.

Seguiremos informando, mañana será otro día



Me acercan, no hay problema hoy hay partido. El día da igual como tenga que salir, lo importante es que la parte laboral se acabe y se acabe tranquila. Lo necesito.

Me estoy quedando ciego con tanta número, con tanta ruta, 2200 me parecen suficientes, no me dan más los ojos, necesito parar un rato.

Dejar las cosas contestadas, como se pueda, hoy el portátil se queda aquí, es lo más justo.

Hacer las gestiones oportunas para un partido contra el último en el palacio. Al final los poco o nada habituales, decir que no vuelve aunque se lo han pasado bien, eso es lo importante, hemos perdido contra el último.

Luka quédate, a pesar de que ya te empiezan a tomar la matricula, a provocarte, a hacer todo lo posible para sacarte del partido, y no pasaría nada si fuera un rival, eso forma parte del juego, el problema es cuando es uno de los sospechosos habituales como Cristodolu.

Vamos a cenar, nos perdemos un poco, es difícil aparcar, es divertido, es un gran bar, esa escalera del 34 que tan bien nos trata.

Vuelta a casa, con tranquilidad.

A dormir, ha estado muy bien.



Quizás por una vez he dormido lo suficiente, o casi, no me quejo mucho hoy. Primer paseo o viaje a dejar los abonos, luego a por un desayuno que hace tiempo que no entra en este cuerpo y para seguir el día, al sofá.

He intentando los recortables, pero no tengo paciencia.

Y todo el día en el sofá, con la radio, como hace tanto tiempo, viendo fútbol. Que hace tanto que no lo hacia, muchos partidos, un buen rato de siesta que también viene bien.

Se ha puesto buena jornada para recortar y depender de unos mismos.

Y menuda cagada, y Morata y Mariano metiendo goles en otras ligas para otros equipos.

Hoy si me he cabreado con el fútbol, y eso es algo que no pasaba desde hace tiempo

Se acaba, viene la gran decisión del día, el lobo o bareveheart. Ganan las drogas, me quedo dormido en el sofá, me parece justo.

A la cama pues, mañana toca despertador y alguna que otra cosa.


Levantado, preparado, vamos a dar el viaje.

Hace frio, ni me quito el abrigo, la braga y el gorro para ver un poco la tele mientras se hacen las cosas.

No soy yo, yo lo tengo todo gestionado, todo hecho, yo me lo he trabajado.

A comer, está rico, buen vino, no seré yo quien se niegue, a medias aunque sea mal negocio.

Un ratito de visita, ahí estáis, bonita casualidad.

A casa, siesta en el coche, hacia mucho tiempo que no me dormía en uno.

Paseo a por dinero para mañana y al diferido del baloncesto.

Luka quédate, partido fácil. Aunque le siguen faltando al respeto.


Vamos a dejar unas líneas escritas, todo cerrado y mañana a empezar una nueva semana, este es el final de una semana larga, muy dura, excesiva y fría.

Muy pocos momentos de calor, aunque se han disfrutado.

A ver si esta es más corta, eso seguro en días, y menos intensa, solo en lo laboral.

Así que vamos a jugar.



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