domingo, 30 de diciembre de 2012

Resumiendo el 2012




La verdad es que no tenía muy claro si escribir algo para cerrar el año, hacer balance y esas cosas.

Dedicar palabras a alguien o algo que haya pasado este año. Que le vamos a hacer, estoy vago, o ya he escrito muchas letras. La gran parte de ellas vacías, y esa parte que sólo entiende quien escribe.

Las menciones particulares aún no me las he pensado, aún estoy decidiendo si las habrá, como hacerlas. Estamos en crisis y no soy yo nadie para obligar a una contestación. Mañana, en el coche, me lo pensaré y veré si hay o no esas palabras. Esperéis lo que esperéis, mejor no lo esperéis que no quiero ser yo el culpable de una penúltima decepción de este año.

Entonces, para hacer el resumen del año he decidido lo siguiente, como ya he escrito mucho a lo largo de este año, y para que no se haga largo y no sea pesado. Cada mes va a ir acompañado de los enlaces a lo más relevante que haya escrito, intentando que en todos ellos haya un día de aventura, un cuento y otra cosa más.

A ver como sale

ENERO:








FEBRERO:















MARZO:
















ABRIL:













MAYO:











JUNIO:






JULIO:








AGOSTO:







SEPTIEMBRE:



OCTUBRE:






NOVIEMBRE:









DICIEMBRE:










Día 310: Menudas horas.

No es ya no ir al palacio, que me he acostumbrado. Es no poder siquiera verlos. Cosas de jefes y horarios.

Tarde musical. De buena música. Pero ya a la tercera repetición canta.

Entre bombón y bombón se acaba el último día de trabajo del año.

Releyendo y comparando:

Horas y horas, diferentes horas

Día 309: Respirando mucho mejor.

Terminar uno y empezar otro. Encontrarle sitio paro ya mañana se verá como resolverlo todo.

Merienda un poco tardía, alguna compra, mucho móvil.

Menos pañuelos y más respiraciones.

Una llamada crítica y nada más.

Mañana último día del año.

Releyendo y comparando:

Mejor no escribirlas

Día 308: hoy más frío.

Son 6 minutos. Esta semana no le tengo pillado el horario al metro. Explotando al 100% las herramientas se puede aumentar mucho el ritmo pero parece que  no interesa y es hasta criticable.

No se si voy a llegar al final de la semana en condiciones.

Hoy sin duda peor que ayer y eso nunca ha sido buena señal.

Pero bueno. Viene el metro, mañana veremos como se da.

Releyendo y comparando:

El tiempo se relativiza

Día 307: Entre calores y pañuelos.

Por lo menos no pone 13 minutos como en el otro anden, en este son sólo 7.

Hace mucho calor en la oficina. Mucho. De ese que agobia y no te deja respirar, acción que ya de por si es complicada.

Yo a mandar y eso es lo que he hecho; mandarlo. El problema de lo de ahora es que las cosas no están bien hechas y antes de empezar hay que corregir. Otra más y ya van….

2 minutos, parece que respiro algo mejor, a ver que tal va la noche


Releyendo y comparando:

Hace tiempo que ese día dejo de existir.

Día 306: Hoy me voy a quejar

Son las 6:41 acabo de llegar al metro. Voy a pensar que lo acabo de perder. El tiempo de espera habitual sería de 7 minutos. Al ser hoy día de paros convocados por el comité de empresa, los servicios mínimos establecidos en este horario son del 48%. O lo que es lo mismo, que circulan 1 de cada dos trenes. Echando cuentas simples yo debería esperar 14 minutos al siguiente metro.

Ya voy tarde pues.

La cuestión es que no sé porqué me da que a lo mejor viene un metro si eso a las 7 de la mañana. Hora a la que entro a trabajar y a la que evidentemente no voy a llegar.

Y aquí podemos llegar a una bonita conclusión, fácil y sencilla. Una huelga convocada porque no se están cumpliendo las obligaciones pactadas con los trabajadores (siempre en palabras del comité convocante, no las mías) es un derecho (cosa que me puede molestar más o menos pero lo cual no me a quejar ni criticar).

Un derecho decía, en el que se comprometen al 48% del servicio. Ese compromiso es una obligación igual que las que se incumplen y dan motivos a la huelga.

Si yo esperara 14 minutos hasta aquí todo correcto, pero he aquí el problema de todo este asunto, son las 6:52 por lo que el metro debería llegar en tres minutos y en el cartel de próximos trenes (el cual, por cierto, se acaba de encender) pone que quedan 11 minutos. Nos vamos a las 7:03.

Yo no se mucho de números pero desde 6:41 a 7:03 me salen más de 14 minutos, es más, creo que me salen 22 minutos. Que dividido entre el tiempo de espera (7 minutos, y esto cuando no es hora punta como ahora, que hoy estoy generoso) me salen un poco más de 3 trenes que tienen que pasar desde que estoy aquí.

Por tanto, a mi me sale un 33% del servicio.

Y estos son los datos, si estos datos no fueran reales yo no estaría escribiendo esto ni encabronandome más y más.

No me pararía a pensar que llevan las escaleras rotas toda la semana.

No llegaría a mi reflexión final, la cual mantengo todas y cada una de las huelgas, paros o demás formas de quejas.

Son un derecho que lleva unas obligaciones que hay que cumplir. No cumplirlas es ilegal y por un lado y por otro lado hace perder cualquier tipo de justificación en la queja.

Puesto que se utilizan los mismos argumentos contra los que supuestamente se luchan.

Y hoy no he dicho nada de los convocantes, que al igual que a quien van dirigidas las quejas, van en coche y se la sopla lo que pase en el metro.

7:03 entro en el metro. Hace tres minutos que tenía que estar trabajando.

Y que nadie me diga que no me queje o que me levante antes. Yo pago todos los meses por un servicio que acepta una serie de condiciones, incluidas las huelgas informadas con servicios mínimos.

Esos servicios mínimos que no se cumplen.

Pero como soy de los malos, da igual, podéis empezar a crucificarme por estas letras. Pero a ser posible, argumentadas.

Eso es todo por el momento, ya luego os cuento la mañana.

Así mucho mejor, bajar las escaleras y coger el metro.

Otro envío realizado y ya veremos como va la cosa. Hoy ya no escribo más

Ahora pijama, cama, edredón y una tarde entera para dormir.

Releyendo y comparando:

Curioso cuanto menos, días de mucho escribir.


Día 305: Empanado

Hoy hace un poco menos de frio a estas horas. Se ha vuelto a estar en las 5 horas de sueño con varios despertares.

Estoy empanado, dejo aquí el previo, luego la mañana.

Creo que el estado de empanamiento no ha cambiado mucho así que voy a ir rapidito.

Dejamos el sur para volver a la capital entre un baile de números y letras que digamos que no augura un futuro claro, pero ya lo iremos viendo.

Ahora a comer, descansar y al palacio.

A ver garganta como estas.


Releyendo y comparando:

Cansancios diferentes.



Día 304: cuentas que no salen

La mano sigue estando fría pero a ver que sale a estar horas en este día en que he dormido más de siete horas. El despertador suena a las 5:45. Las sumas y las restas os las dejo a vosotras y vosotros.

Las escaleras mecánicas en Malasaña siguen rotas por tercer día consecutivo. Hay ya por lo menos dos trapos del supuesto operario estaban en el suelo, de él, ni rastro.

Hoy espero que toque menos coca-cola, llevo media de 5 horas de sueño esta semana, ahora tocan divisiones y multiplicaciones.

Las sorpresas de la mañana os las cuento luego.

Pues para variar, de lo que hay que hacer sólo se le puede dedicar un par de horas. Al resto mucho más tiempo. Maneras de avanzar retrocediendo que a mi no me encajan pero bueno. Ahora a por el resto de las gestiones.

Mañana seguimos.

Releyendo y comparando.

Ahora si me toca.

Día 303: Rapidito

Tengo las manos que me cuesta escribir. Hoy el despertador ha sido muy cruel. No por sonar cunado las cuatro horas de sueño ni se cumplían, eso es culpa de mis horarios. Podía haberse esperado un rato a ver como terminaba el sueño, que tenía buena pinta, seguro que la desconocida opinaba lo mismo.

Quedan dos minutejos para que llegue el metro; hoy no va a tocar siesta y a ver que tal se da la mañana, que vamos a por record y aún así no será suficiente. Ya viene, voy a ver si juego un rato.

Y rapidito, como el resto de la mañana, que tengo pro. Terminar de pintar y a comprobar puertos. Mejor haberse callado y a seguir currando hasta que toca retomar y ver como las cosas no cuadran y yo diría que están mal. Se explica en el correo y a correr. Parece que va oliendo bien. Voy calentando los dedos.

Releyendo y comparando:

No soy un fulano….

Día 302: Volver

Volver a las mañanas siempre causa la misma sensación. No tiene nada que ver que vengas de una semana de vacaciones como es el caso. Ha habido lo que podemos denominar “madrugones obligados pero placenteros”. Es un concepto raro que aquí no se va a explicar. Pero basta con decir que para que sonara el despertador aún quedaría más de una hora y ahora ya estoy esperando al metro.

Volviendo a esa sensación, que se me queda en el tintero, la vuelta a las mañanas significa noches cortas pero largas. Cortas porque son pocas horas e sueño que a lo largo del día se harán más escasas e irán pesando. Largas por el incontable número de veces que te despiertas y miras el reloj. Que hoy yo recuerde:  01:36, 02:08, 03:48, 4:15 y finalmente la que tienes que mirar para la quitar la alarma.

En todas menos en esta última ocurre lo mismo: es el cuerpo el que se despierta con esa sensación de descanso que hace pensar que ya has dormido lo suficiente, por eso se mira el reloj. Volver a dormir.

Para finalmente, la que el cuerpo no lo considera es la que si suena y hay que hacer caso y levantarse.

Luego os cuento como se ha dado.

No ha dado mucho tiempo para pensar en el cansancio aunque lo hay y mucho.

Esas nuevas noticias que cuando se lleven a cabo van a ser tan ricas.

Un poco de formación mientras se siguen cambiando oras cosas, porque no hay tiempo para parar.

Un día en la semana, un trabajo que está bien estudiado y miles de correos y llamadas hasta última hora.

Pues eso es el Lunes que se ha terminado. Ahora un par de gestiones, ligero sueño y demás historias.

Releyendo y comparando:

La relajación es bastante diferente, así como inexistente.

martes, 4 de diciembre de 2012


Día 301: Viernes previo a…

Bueno, hoy son sólo 4 minutos, bueno ya 3.

Ha sido una tarde de esas que se pasan suaves- Con su multitud de conversaciones y hasta haciendo y enviando trabajo.

Una merienda muy rica.

Me gustaría comentar algo del baloncesto pero entre que se me ha pirado la hora y al final del tercer cuarto se han ido a la mierda todos los canales me he perdido el momento espectáculo.

Ahora vacaciones y eso me parece justo.

Releyendo y comparando:

Esos días que simplemente pasan

Día 300: Todo el día frío, pero salen cosas.

Pues casi me daba tiempo a subir y a terminar otro trabajo. 12 minutitos ricos de espera al metro. Prefiero no compararlos con lo que tardo en llegar a casa.

Además como lleva pasando todo el día (ya se casa, calle, oficina o piscina) en la estación hace frío, mucho.

Aún quedan 7 minutitos; que moverme un poco.

La tarde ha sido de pensar poco y hacer bastante.

Acabar sin muchas preguntas lo que hay que hacer, dibujitos, envío y demás cosas a rellenar.

Coger otro y tres cuartas de lo mismo, más suave, más sencillo, mucho más rápido.

Parón por visita, bar y tinto.

Siguen quedando cuatro minutos.

Pensar si hacer una cosa o la otra y mejor que sea la otra, que mañana se acaba y se deja todo finiquitado y listo para las vacaciones.

Suena bien. Quedan 2 minutos, no se que más poner y aunque lo sepa no va a ser aquí.

Releyendo y comparando.

Estos días se parecen, con la igualdad de fríos, la diferencia de lugares. La falta de calor.

miércoles, 28 de noviembre de 2012


Día 299: Ingeniero a la palestra.

Otro de esos días en que no se cómo ha sido capaz el ingeniero de hacerlo. Se ha portado y mucho.

Larga discusión en inglés. Primera parte complicada por no querer entender y las malas formas; y no era día para malas formas. Pero la necesidad de consenso hace el resto.

Después terminar lo pendiente.

Tener que aplicar labor de ingeniero debido a que las cosas casi nunca son lo que parecen, las prisas nunca son buenas consejeras y la concordancia es mínima.

Mejor seguir con lo que se tiene claro y hacerlo, a ritmo, a mucho ritmo.

Mañana tocará darle mucho más duro. Hoy ya toca descansar; que lo necesito y mucho.

Releyendo y comparando:

Curioso cuanto menos



Día 298: Noviembre, Martes y 27

Lo escribe. Lo envía. Lo lee. Lo piensa. Lo descarta. El ingeniero debe seguir con las riendas del asunto.

Pobre de quien pierda este metro. Me extraña que no haya sido yo. Ya he esperado 6 minutos. Al siguiente sólo le quedan 18. Lo que viene siendo muy rico.

Es complicado contar el día de hoy. Al ingeniero no le gusta saber de fechas pero hoy si que se lo han recordado por todos los lados. Desde tener que rellenar documentación hasta el resto de detalles.

Además hoy duele, esta mañana se ha hecho daño sin forzarse y no se ha podido esforzar. Eso es un hecho; podría haber sido cualquier otro día pero ha sido hoy.

El día no estaba para acertijos; no estaba para trabajos complicados; para capacidades de malabares; ni para correos; ni para pensar; ni para rutas; ni para llamadas ni teléfonos ni nada por el estilo. Para lo que estaba no estará puesto en estas letras  pero hubiera sido un detalle. Y vendrá más adelante. Espero.

No quiero poner ninguna reflexión más, ni busco falsa compasión ni vano entendimiento; es más; prefiero justo lo contrario; regañeo y cabreo. Palabras ciertas y sinceras.

Es lo que tiene este día que pase lo que pase tiene ese aura que lo nubla todo y yo hoy me doy permiso para decir y hacer lo que me plazca puesto que el día ya se va a encargar de llevarlo por el mal camino.

Hubiera sido el idóneo, pero quizás no el más adecuado.

Al fin y al cabo, como este, sólo hay uno al año. Con tanta coincidencia de calendario será incluso hasta más complicado.

Culpa mía por creer que podía ser hoy, por forzarlo y pensarlo, por soñarlo. Eso es algo que nunca he aprendido o que olvido fácilmente.

Noviembre, Martes y 17.

Ese día

Releyendo y comparando.

Quizás Noviembre, puede que Martes pero no 27

martes, 27 de noviembre de 2012


Día 297: Y otro y otro y no se acaban oiga.

Da un gusto tener prisa y que al ir rápido para el metro, justo en ese momento en el que bajas las escaleras hacia el andén dos en la estación de Metro Sur de Fuenlabrada Central; ver que pone un minuto y que el próximo tren sólo circula hasta y sin mirar ese hasta donde dice el siguiente son 13 minutos.

En este caso el que voy dentro pone que va hasta Universidad Rey Juan Carlos, así que me viene de camino.

El regalito se ha medio solucionado junto unas cuantas proposiciones más, todas decentes eso sí, que estamos en horario laboral.

Un rato de chat interrumpidos por la autoridad e Iago Aspas mete uno.

Hoy  me he vuelto a reír de esa manera.

El resto lo dejamos para otro momento, espero.

Ahora a correr. 1….2….3….4….Perrea. Perrea

Releyendo y comparando:

Ya no las entiendo, será que sonrío menos.

Día 296:  Te dan lo que te quitan (23 de Noviembre de 2012)

No acostumbro a poner letras fuera del horario del ingeniero pero hoy el otro opina que quiere escribir algo bien. Con buena letra.

Y realmente son recuerdos y presentes que forjan al ingeniero que ahora está encaminado hacia Fuenlabrada, que ha llegado a Malasaña y ha tomado el andén 1.

Esta mañana el destino era otro, camino conocido de tantos años; bajada a la derecha. Hospital de Móstoles – Pradillo – Móstoles Central – Universidad Rey Juan Carlos – Alcorcón Central – Parque Oeste – Parque Lisboa – Puerta del Sur –--- San Nicasio – Leganés Central.

La salida del andén ha sido rara. Desubicado, como de bastante tiempo sin hacerla. Un pequeño fallo de memoria.

El paseo de siempre. Bares y tiendas que se mantienen. Las mismas cajas apiladas en la puerta del mercado. Semáforos que antes no estaban y que es complicado hacer caso. Llegada a la Universidad, una amable conserje que te da las invitaciones y vuelta al camino andado.

Comprar el periódico, porque siempre he sido de leer la prensa escrita en papel en el metro. Mismas estaciones, una más corta que el resto. Parada de lectura. Otra universidad y la peluquería espera.

Al contrario que Sansón con más fuerza que antes. Es lo que tienen las mañanas en el metro, que te sorprenden, te alegran y te hacen seguir peleando.

Llego a Fuenlabrada, destino del ingeniero, ya luego os cuenta él cómo se le ha dado.

Ya está el ingeniero por aquí, con esa mezcla con el otro que provocan estos días.

Ha habido alguno que se ha resistido pero se ha sacado, puesto bonico y enviado.

Espera lo que se puede llamar como un regalito de libro, sencillo, sencillo; mis cojones; pero eso ya el Lunes.

Lo que ha quedado de la tarde ha sido con la sonrisa puesta. Recuerdos casuales, premios y Baloncesto.

Ya sabía yo desde esta mañana que el día iba a tener buenos detalles. Asusta un poco que lo que pasa por la mente se haga realidad; pero en estos casos bienvenido sea el miedo; viviré asustado.

Verte. Verte ahí tan segura. Verte con esos ojos emocionados. Increíble. Me ha mirado raro toda la sala del berrido que y la celebración. Eres muy grande.

Después pasamos al Baloncesto, que ha sido tan sencillamente abrumador que ni me he dado cuenta de la paliza. Ahora ya sólo queda que Xabi Prieto meta gol.

Sin duda un gran día, de esos que gustan vivir. Las casualidades del metro, la amabilidad de la peluquería, la tarde de limón de los Reyunos, una tarde suave de trabajo, Baloncesto y tu merece premio.

Hoy no se me quita la sonrisa.

Releyendo y comparando:

Siempre bueno, mejor sin dolores

Día 295: Lo mío es hacer circuitos.

Y hoy han sido unos cuantos. Primero un poco de limpieza que había mucho papel suelto y mucho que tirar.

Ahora que se comparte sitio hay que ser ordenado o por lo menos intentarlo.

Otra llamada que no evita que los circuitos se sigan haciendo, las cosas salen a la primera, sólo hay que poner buena voluntad.

El móvil distrae un poco pero siempre para bien; un buen recuerdo para terminar la tarde.

Hoy el estomago se ha portado mejor.

Termino de escribir, hoy lo hago yo solo, ella está acompañada.

Seguro que dormiré como un bebé.

Releyendo y comparando.

Como forma de vida



Día 294: Hay que bajar el ritmo.

La tarde llega, entre dibujos, capacidades y algún que otro correo. Se va pasando la tarde.

Todo va cogiendo forma, mañana se puede acabar, pasado seguro, que hay que ir con cuidado.

No es tarde por las horas, sólo que es el descuento y el tema está apretado.

Es de vergüenza lo acontecido en Manchester, Mancicni es un completo inepto, muy por encima de mi odiado Mou.

Lo del tío del pito hoy con Cristiano no tiene nombre y me quiero quedar con los primeros veinte minutos y que con más puntería por parte de “El balón de oro” hubiera sido más sencillo.

Estamos en cuartos, con eso vale.

Los dibujos están hechos y un mail enviado que mañana tendrá consecuencias.

Yo he hecho todo lo posible para la gestión de sitios, a ver si sale.

No soy el único que escribe en el metro, sólo que ella es más guapa, seguro que lo hace mejor.

Releyendo y comparando.

Ya no me acuerdo de lo que es eso.



Día 293: Tan lento que no avanza.

Hoy no ha sido la cosa de girar. El que no tiraba era yo.

Se ha empezado bien, con llamada en espera y hasta alguna risa.

Pero el Martes pesa mucho y llegado un momento el tiempo se congela, no avanza, las manecillas se descoordinan y no van.

Paseo para merienda con llamara que no sirve para nada y una completa incapacidad para intentar hacer algo.

Mejor tirar de móvil y tratar de entender algo.

Este Martes ha podido conmigo; el choni de la música generosa me está haciendo brotar la mala leche que llevo encima; me voy a poner los cascos.

Releyendo y comparando.

Hoy no se habría hecho como por entonces si.

Día 292: Más lento que el caballo del malo

Me voy a proponer volver a escribir algo decente sobre los días que componen esta aventura. No sólo dejarlo en una frase, normalmente una queja, y así cumplir el expediente.

Intentaré que sea un buen propósito y no sólo la consecuencia de estrenar cuaderno y que se me hayan olvidado los cascos.

Mucho sueño y cansancio para empezar, consecuencia de la necesidad de recuperar horas. Pero no importa, hay lío que hacer y el móvil se encarga de dar los ánimos con buenos recuerdos y entretener mientras da vueltas de manera desesperante; muy desesperante.

Consulta técnica y salvación rápida, correos y correos y a seguir buscando lentamente.

Se acaba el día, mañana será otro.

La real va ganando 3 – 0 y aún no han nombrado a Xabi Prieto.

Releyendo y comparando:

Buenos propósitos

Día 291: Este se me pasó

Este día no está en el cuaderno, día de cambios, día de irse de ruralismo. Así que la memoria lo único que me dice es que me pagan para salir a mi hora, ni un segundo más tarde.

Releyendo y comprando:

Las prisas y sus cosas de los viernes

Día 290: A mandar

Y mandando. Enviado con un ligero receso por causas ajenas a la organización e internas a la sin razón.

Después de participar en uno de esos bonicos trabajos tan divertidos.

Memorable canción con la que inicia el aleatorio al marchar: “So Payaso”

Releyendo y comparando:

Esas cosas han variado ligeramente

Día 289: Cuatro pitos y a balancear.

Entrada con ruido y sin más. Un ruido que pronto cesa, ese es el aguante.

Y a hacer lo que viene siendo una tarea de libro con todas sus consecuencias y curiosidades.

Momentos de desesperación por causas ajenas y ahora a ver si llego a ver los cuartos.

Tiempo de espera global en el metro 7 minutos, lo que viene siendo un día normal.

Releyendo y comparando:

No hay tiempo para dudas, o es mejor no escuchar las supuestas respuestas.

Día 288: Vuelta al balanceo

Mañana de hacer muchas cosas, de ir enviando y enviando. Con gestiones de las que gustan en paralelo. Un poco de charla inglesa y a balancear otra vez. Muy rico todo.

Mañana seguimos; mínimamente. Toca cambiarme de cuaderno.

Releyendo y comparando:

Tiempo a que no te veo

Día 287: Vísteme despacio que tengo prisa

Parece que el hielo comienza a estar presente en los coches. Esa primera capa que debiera indicar que la noche ha sido fría. Yo tengo sueño, no podría hablar de un frío climático, sería necesario meterse en un concepto que aquí no tiene cabida, y además es temprano.

El cuerpo ya tiene dentro esa carrera para coger el metro sin quejas y eso que esta semana no me he portado tan bien.

Voy a ir dejando el previo mañanero, que no queda mucho sitio en este cuaderno que sigo apurando.

Pues la mitad no vale; y además preguntando te enteras de que habrá más. Mejor no pensar que hubiera pasado si no lo preguntas.

Se va haciendo, es denso pero ya está casi, mañana otro rato y apañao.

Releyendo y comparando:

Pelear por lo contrario, aunque las letras sea vacías, hay que pensar que se irán llenando

Día 286: Y otro correito.

La verdad es que la mañana ha sido suave, tranquila, mucha gente de fiesta y tiempo para trabajar.

Aunque hay unos cuantos correos que mirar y borrar.

Se termina y se pone bonico.

Y el Lunes será otro día. Completo el primer cuaderno. Tendré que buscar otro.

Releyendo y comparando:

O todo lo contrario te quita hasta las ganas de escribir.

Día 285: A ritmo

Preceptivos envíos, cafeína en vena y a por otra cosa que hay para dar y regalar.

Con ruido de fondo.

Más teléfono, mismas explicaciones.

Se acaba el día y mañana la semana que no todos tenemos fiesta.

Releyendo y comparando:

La derrota siempre cansa



Día 284: Esas mañanas.

Esas mañanas con tanto que hacer y haciendo todo y nada.

Y mañana otra vez seguro, para no perder el ritmo

Releyendo y comparando:

El ritmo de la mayor parte de los días, cambios, la mayoría innecesarios.



Día 283: Agradecimientos

Vuelvo a escribir temprano, antes de iniciar la jornada que sigue como fin relatar las aventuras de este ingeniero para dedicar encarecidamente el día  a la señora del jeep gris cuya matricula no he podido ver. Y que trataría de recordar por casi atropellarme en medio del PASO DE PEATONES de la calle Nápoles. Casi consigues parar en seco a este ingeniero.

Cambio el color porque no me voy a poner a buscar otra cosa. Apagado el ordenador se acabaron las prisas, las cosas que hacer, el ver como no se llega y aún así se llega tarde.

Ahora toca comer, dormir, pro y Copa de Europa. Siempre me ha parecido justo.

Releyendo y comparando:

El tiempo siempre se ha medido de la misma manera: TARDE.

Día 282: A ritmo

Sueño, cansancio, da igual. Hay que darle ritmo y un poco bastante; sobre todo si faltan tantas cosas.

Releyendo y comparando:

El pan nuestro de cada día

Día 281: tampoco nos vamos a estresar

Si no quiere funcionar no seré yo quien se oponga; y menos hoy. Mañana rápida y tranquila. Ahora a celebrar.

Releyendo y comparando

Las espaldas ya están muy mojadas

Día 280: Coñazo, sin más.

Para cuando puedes hacer con lo que estabas ya la cabeza pasa del tema.

24 horas de descanso.

Releyendo y comparando.

Siempre fue bueno descansar

Día 279: Muy rico

Por no dejarme el paraguas he perdido el metro. Creo que no es rentable. 11 minutos sólo hasta Rey Juan Carlos.

La tarde ha sido como para fliparlo.

Haciendo el trabajo, rehaciendo, pasando, con ganas de decir muchas cosas, callando las más que las menos.

Aún quedan 10 minutos, menudo coñazo.

Releyendo y comparando

Tanto tiempo con el disfraz puesto.

Día 278: Otra tarde más

Menos mal que pone Rey Juan Carlos porque no estoy yo con ganas de esperar 15 minutos al metro, que voy con prisa.

La tarde ahí ha estado. Se sacan cosas, se hacen historias y mañana más.

A ver si sale Xabi Prieto y un golito de Óscar estaría bien.

Releyendo y comparando:

Nunca ha servido para nada, nunca.

Día 277: Y vamos para Bingo.

Llegar, recoger el regalito y no parar.

Se supone que para esto es para lo que sirvo o me pagan.

Resto de detalles a agradecer o no los dejamos para otro momento.

Ordenador apagado. Es lo justo.

Releyendo y comparando:

Jajajaja, siempre ha sido así

Día 276: Origen parecido, distinto destino.

Pues para esto me pagan. Se acaba una cosa, se come el bocata, se empieza otra.

Se busca, se encuentra, se manda.

Y mientras tanto, Begic marcándose un partidazo.

Releyendo y comparando:

Se siguen haciendo y haciendo

Día 275: Esos cambios.

Como se suele decir en estos días; para lo poco que he dormido no está mal.

Haciendo cosas sin prisa pero sin pausa. Con cuidado, sin ciertos honores.

Mañana vuelta a mi lugar, pero eso mañana.

Releyendo y comparando.

Pues como siempre

Día 274:  De mucho no sirve.

Unas cuantas palabras que no sirven para nada. Terminar el trabajo y coger otro. La tarde ha ido lenta, sin atractivos.

Elemento de comunicación instalado y tratar de seguir la conversación. El pensamiento seguirá adelante.

Hasta dentro de un rato.


Releyendo y comparando.

pues eso, así no.

domingo, 25 de noviembre de 2012

13 puntos y Magia


Madrugue como es menester en Australia allá por Marzo.

La primera victoria vino en Malasia.

China y Barhein empezaron a mostrar que iba a ser una año muy competido.

En casa, en el Gran Premio de España, en Cataluña el pódium volvió a aparecer al igual que en la bella Mónaco.

Pasando por Canadá llegamos a Valencia. Ese Gran premio de Valencia, la playa al fondo, los motores cerca. Ese Gran Premio de Valencia a la espera de San Juan.

Buena racha entre Gran Bretaña y Alemania. Parecía posible. La regularidad importaba.

Hungría y las malas prisas saliendo en Bélgica. Se arregla en Italia, llegan los madrugones de Asia.

El Alemán comienza su dominio. Donde su coche si le puede llevar, la Magia no se rinde.

No se uno de esos 8 millones de Austin, aunque la radio y las tecnologías me informe.


En ese deporte en que los números, los datos son perfectos. Esos números, esos datos, dicen que el coche rojo número cinco (no puedo llamarlo Ferrari) hoy no debería tener ninguna posibilidad en el campeonato.

Campeonato que el conductor (que no piloto) alemán se debería haber llegado de calle hace mucho tiempo.

Temporada en que los Sábados son una decepción constante, muy lejos de la leyenda del caballino rampante.

Pero llegan los Domingos. Esos domingos de madrugones, de resacas complicadas, de comidas familiares o de viajes inesperados.

Y ahí, en ese justo momento, en ese Domingo. Magia. El coche rojo número 5 a las manos de un asturiano, en ese deporte en que la máquina es tan importante, nos enseña que detrás hay unas manos que se niegan a aceptar que ellas no pueden pilotar al coche campeón.

Con el objetivamente séptimo coche de la parrilla, segundo en el mundial. A trece puntos. Dicen que sin opciones. Esta tarde a las 19 horas hablamos.

Dicen que es imposible, es complicado creer en la Magia, pero yo si creo, nos lo lleva demostrando mucho tiempo.



sábado, 24 de noviembre de 2012

Esos días


Día x:  Te dan lo que te quitan (23 de Noviembre de 2012)

No acostumbro a poner letras fuera del horario del ingeniero pero hoy el otro opina que quiere escribir algo bien. Con buena letra.

Y realmente son recuerdos y presentes que forjan al ingeniero que ahora está encaminado hacia Fuenlabrada, que ha llegado a Malasaña y ha tomado el andén 1.

Esta mañana el destino era otro, camino conocido de tantos años; bajada a la derecha. Hospital de Móstoles – Pradillo – Móstoles Central – Universidad Rey Juan Carlos – Alcorcón Central – Parque Oeste – Parque Lisboa – Puerta del Sur –--- San Nicasio – Leganés Central.

La salida del andén ha sido rara. Desubicado, como de bastante tiempo sin hacerla. Un pequeño fallo de memoria.

El paseo de siempre. Bares y tiendas que se mantienen. Las mismas cajas apiladas en la puerta del mercado. Semáforos que antes no estaban y que es complicado hacer caso. Llegada a la Universidad, una amable conserje que te da las invitaciones y vuelta al camino andado.

Comprar el periódico, porque siempre he sido de leer la prensa escrita en papel en el metro. Mismas estaciones, una más corta que el resto. Parada de lectura. Otra universidad y la peluquería espera.

Al contrario que Sansón con más fuerza que antes. Es lo que tienen las mañanas en el metro, que te sorprenden, te alegran y te hacen seguir peleando.

Llego a Fuenlabrada, destino del ingeniero, ya luego os cuenta él cómo se le ha dado.

Ya está el ingeniero por aquí, con esa mezcla con el otro que provocan estos días.

Ha habido alguno que se ha resistido pero se ha sacado, puesto bonico y enviado.

Espera lo que se puede llamar como un regalito de libro, sencillo, sencillo; mis cojones; pero eso ya el Lunes.

Lo que ha quedado de la tarde ha sido con la sonrisa puesta. Recuerdos casuales, premios y Baloncesto.

Ya sabía yo desde esta mañana que el día iba a tener buenos detalles. Asusta un poco que lo que pasa por la mente se haga realidad; pero en estos casos bienvenido sea el miedo; viviré asustado.

Verte. Verte ahí tan segura. Verte con esos ojos emocionados. Increíble. Me ha mirado raro toda la sala del berrido que y la celebración. Eres muy grande.

Después pasamos al Baloncesto, que ha sido tan sencillamente abrumador que ni me he dado cuenta de la paliza. Ahora ya sólo queda que Xabi Prieto meta gol.

Sin duda un gran día, de esos que gustan vivir. Las casualidades del metro, la amabilidad de la peluquería, la tarde de limón de los Reyunos, una tarde suave de trabajo, Baloncesto y tu merece premio.

Hoy no se me quita la sonrisa.


viernes, 23 de noviembre de 2012

Sin competencia, sin competir


Os voy a contar un cuento

Hay torneo de canicas en el parque.

Ese momento del año que nuestro niño tanto espera. Esa ilusión por jugar, por competir, algunos dirán que por ganar o perder, él lo ve más con la parte de divertirse.

Comienza el torneo, hay mucho niño nuevo, a lo mejor ligeramente inexperto. Las malas fechas, los horarios malos… quizá la falta de ilusión hace que muchos de los grandes jugadores no estén esta tarde en el parque.

Nuestro niño, como campeón del torneo anterior, debe participar. Defender su título, no es más que una medalla que lleva y pone en juego.

Las partidas se suceden, nuestro niño quiere pensar en que la organización ha buscado un cuadro sencillo para que los buenos jugadores se enfrenten en los momentos finales, en busca de esas partidas llenas de emoción. La épica de la competición.

Siguen pasando las partidas, sigue ganando rivales. Sus buenas canicas, esas que saca en los momentos clave, siguen a buen recaudo en su bolsillo.

Acaba la tarde, no ha necesitado esfuerzo, no ha tenido que meter la mano en el bolsillo…

-       Y nuevamente campeón del torneo de canicas del parque, como en la edición anterior. Un fuerte aplauso.

No aparece nadie, se ve como nuestro niño se está alejando poco a poco del parque, acercándose  a su casa.

La medalla está en la mesa de los trofeos, con una nota al lado.

“Cuando de verdad me gane está medalla, vendré a recogerla. Cuando tenga mérito la batalla, lucharé por ella. Ganar lo de esta tarde no se merece ninguna medalla”

Sueños


Os voy a contar un cuento

El otro día, la señorita propuso un ejercicio en clase a los alumnos que podríamos considerar como curioso. A lo mejor en algunos casos complejos, pero que seguro iba a traer consigo alguna que otra sorpresa.

Ahora está corrigiendo esos ejercicios.

Recuerda las palabras con las que se dirigió a la clase:

-     “No pasa nada si no os acordáis, os lo podéis inventar, al fin y al cabo eso es lo que os estoy pidiendo, una historia irreal fruto de vuestra imaginación”.


Pidió una versión buena y una mala a ser posible. Con una le valía pero prefería la comparación entre esos dos polos opuestos.

Sabe que se va a encontrar con mucha fantasía, algún que otro monstruo, seguro alguna gesta deportiva aparece. Si realmente es veraz aparecerá mucha incongruencia y no corre el peligro de que aparezca nada húmedo, son demasiado jóvenes para esas cosas. Ya crecerán.

He aquí algunos ejemplos.

Ejercicio de descripción de un sueño y una pesadilla:

Sueño:

Pues estoy en el campo de fútbol de mi equipo favorito y soy el delantero centro, y meto el gol que le da a mi equipo el título en el último minuto de chilena. Todo el mundo me felicita y me levanto muy feliz.

Sueño:

Soy una princesa con una larga melena rubia, tengo todos los juguetes que quiero y todo el mundo me hace caso, si quiero algo sólo con pedirlo ya me lo dan. Soy la persona más afortunada del mundo.

Sueño:

Entro en una tienda de golosinas y puedo coger todas las que quiera, me las como y me las sigo comiendo y nadie me dice nada.

Pesadilla:

Estoy en una habitación muy oscura, no hay ninguna luz y hay muchos monstruos que me rodean y me quieren comer.

Pesadilla:

Estoy corriendo y corriendo porque algo que me da mucho miedo me persigue. De repente, llega un momento que me caigo y no puedo levantarme, por más que lo intento no soy capaz.

Pesadilla:

Voy en un coche y, por más que trato de frenarlo y frenarlo, no se para, no funciona ninguno de los controles. No para de avanzar y soy incapaz de pararlo.


Sueños y pesadillas tan infantiles que le llegan ligeramente a decepcionar. Pero no puede pedir otra cosa, son niños, con relaciones de ideas simples, alejadas de la complejidad con la que edad perturba a la vida.


Pero llega a un escrito que le resulta realmente inquietante.


Sueño

Una sonrisa

Pesadilla

Una sonrisa


Sueño y pesadilla, depende del punto de vista.

Le ha dejado pensativa a la profesora, le gustaría pedir una explicación, pero nadie nunca ha firmado estas líneas.