sábado, 24 de noviembre de 2012

Esos días


Día x:  Te dan lo que te quitan (23 de Noviembre de 2012)

No acostumbro a poner letras fuera del horario del ingeniero pero hoy el otro opina que quiere escribir algo bien. Con buena letra.

Y realmente son recuerdos y presentes que forjan al ingeniero que ahora está encaminado hacia Fuenlabrada, que ha llegado a Malasaña y ha tomado el andén 1.

Esta mañana el destino era otro, camino conocido de tantos años; bajada a la derecha. Hospital de Móstoles – Pradillo – Móstoles Central – Universidad Rey Juan Carlos – Alcorcón Central – Parque Oeste – Parque Lisboa – Puerta del Sur –--- San Nicasio – Leganés Central.

La salida del andén ha sido rara. Desubicado, como de bastante tiempo sin hacerla. Un pequeño fallo de memoria.

El paseo de siempre. Bares y tiendas que se mantienen. Las mismas cajas apiladas en la puerta del mercado. Semáforos que antes no estaban y que es complicado hacer caso. Llegada a la Universidad, una amable conserje que te da las invitaciones y vuelta al camino andado.

Comprar el periódico, porque siempre he sido de leer la prensa escrita en papel en el metro. Mismas estaciones, una más corta que el resto. Parada de lectura. Otra universidad y la peluquería espera.

Al contrario que Sansón con más fuerza que antes. Es lo que tienen las mañanas en el metro, que te sorprenden, te alegran y te hacen seguir peleando.

Llego a Fuenlabrada, destino del ingeniero, ya luego os cuenta él cómo se le ha dado.

Ya está el ingeniero por aquí, con esa mezcla con el otro que provocan estos días.

Ha habido alguno que se ha resistido pero se ha sacado, puesto bonico y enviado.

Espera lo que se puede llamar como un regalito de libro, sencillo, sencillo; mis cojones; pero eso ya el Lunes.

Lo que ha quedado de la tarde ha sido con la sonrisa puesta. Recuerdos casuales, premios y Baloncesto.

Ya sabía yo desde esta mañana que el día iba a tener buenos detalles. Asusta un poco que lo que pasa por la mente se haga realidad; pero en estos casos bienvenido sea el miedo; viviré asustado.

Verte. Verte ahí tan segura. Verte con esos ojos emocionados. Increíble. Me ha mirado raro toda la sala del berrido que y la celebración. Eres muy grande.

Después pasamos al Baloncesto, que ha sido tan sencillamente abrumador que ni me he dado cuenta de la paliza. Ahora ya sólo queda que Xabi Prieto meta gol.

Sin duda un gran día, de esos que gustan vivir. Las casualidades del metro, la amabilidad de la peluquería, la tarde de limón de los Reyunos, una tarde suave de trabajo, Baloncesto y tu merece premio.

Hoy no se me quita la sonrisa.


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