Día 182: Jueves lento y suave. (31-Mayo-2012)
No nos vamos a engañar, mucho estres pues no, hasta me estoy dando el lujo es escribir sin terminar la jornada para terminar de completar las horas, que el reloj a eso de las 13 horas se ha pausado un poco y parece que no quiere avanzar muy mucho.
Lo que había que hacer está hecho, un poco de excell, un poco de reservas y otro día finitquitado.
Ya seguimos con la aventura el Martes que le tocan estos días descansar al ingeniero.
Burrub burrun
jueves, 31 de mayo de 2012
miércoles, 30 de mayo de 2012
Día 181: Hoy me tocaba a mi. (30-Mayo-2012)
El próximo tren
sólo circula has Loranca; lo mejor para la supuesta prisa que tengo. Pero aún
es mejor la peste a colonia, maquillaje y demás potingues que lleva encima la
de al lado y que me está levantando dolor de cabeza.
Ha sido otro día
con sueño. Llegar y desayunar como es menester (por cierto, la de los potingues
se ha quedado y a mi me va a dar un chungo). Seguimos con la mañana; repaso de
que lo que hay que repasar, correo y finiquitado.
Revisar otras
serie de temas y algún que otro detalle (quedan cinco minutos para el metro, ya
no estamos rodando en tiempos) que mejor
pasar por alto, cerrar a por otra cosa, que va a hacer lío seguro.
Un poco de salita
que hoy me ha tocado por el bien de todos y a desayunar.
Otro día de gran
sueño por trasnochar y madrugar, esta vida que he elegido, es lo que tiene.
Para terminar
bonito, se agradecen estos despertares en lo que no peleo solo, en esa en que
el sol está luchando por salir al barrio mientras yo me acerco al metro.
martes, 29 de mayo de 2012
Día 180: Los Martes de libro. (29-Mayo-2012)
Martes, ese día
en el que ya no queda ni una reserva de fuerzas, de caída libre y en picado sin
ningún tipo de remedio.
Cansancio, mucho
cansancio. Consecuencia horarios y malas costumbres.
Y dejo de
quejarme y al lío.
Mañana de
desayunos, teléfonos que se entienden y otros que no.
Ir cerrando las
islas y a tantear cómo se pueden pasar los días entretenidos.
Hoy prometo que
no cometo los mismos errores de ayer, o al menos no todos.
lunes, 28 de mayo de 2012
Día 179: Estos Lunes de sueño máximo (28-Mayo-2012)
Me siento
orgulloso del día y de todo lo que he hecho aunque mañana quizá sea conveniente
repasarlo un poquejo mañana por sí acaso.
Volver a los
trabajos bonitos y entretenidos siempre viene bien, aunque sigan fallando una
serie de detalles.
Ahora con prisas
ajenas, rapidito para casa con la comida ya preparada.
Otro día más
despacito y con menos sueño. Unos dicen que huele a pescado y el colega de al
lado está salivando, en nada, ÑAM.
sábado, 26 de mayo de 2012
Día 178: No lo voy a negar. (25-Mayo-2012)
Eso mismo, hoy no
voy a negar que hacer, lo que se dice hacer, pues no he hecho mucho.
Llegada sosegada previo aviso, una ligera despedida a un grande que ahora veré mucho menos pero sin duda que en mejores circunstancias, otro ratito y para arriba.
Llegada sosegada previo aviso, una ligera despedida a un grande que ahora veré mucho menos pero sin duda que en mejores circunstancias, otro ratito y para arriba.
Campaña la pone
de falta al palo, y Jesé en una de sus jugadas que llevo viendo todo el año,
aunque eso parezca raro, la pone en la escuadra para firmar la remontada.
Llega la hora de
trabajar, con los agradecimientos que se han de hacer ante un buen trabajo,
aunque no todo el mundo sea capaz de reconocerlo, y a seguir entre haciendo
poco y nada.
Guardando las
distancias oportunas para no caer en el máximo aburrimiento y en el tedio.
Merienda de paseo, y a esperar al fútbol entre nuevos honores, o no tanto, pero
eso ya es cosa mía.
Del partido mejor
no decimos nada, se acaba el día, se acaba la semana, esta semana que puedo
decir que no ha sido tan mala. Y eso si que es culpa mía, por estar a mi bola y
tener los cascos puestos para no escuchar nada que no deba escuchar.
Vuelta a mi
turno, ya me toca madrugar. Y suena raro, pero tengo ganas.
viernes, 25 de mayo de 2012
Un accidente
Os voy a contar
un cuento
Primer día de
castigo.
No sale al patio,
se queda en su pupitre, en clase.
Por la ventana
hoy ha decidido entrar el Sol. Bueno, son sus decisiones y nuestro niño no es
nadie para contradecirlas. Cuando le toque, él también disfrutará de sus rayos
y, si decide no salir, pues bienvenida sea la lluvia. Al fin y al cabo, es sólo
agua.
Debería ponerse a
copiar una frase sin sentido unas cuantas veces, así son los castigos, pero
primero prefiere abrir su bocata.
Ese que viene envuelto
en albal, que unas veces está rico y otras veces es bueno, con sus diferencias
claro.
Está abriendo su
bocata. Esta vez lo puede empezar a saborear, no es el que le guste más en el
mundo pero… es su pequeño momento diferente en el día que se pasa encerrado
entre esas cuatro paredes.
De repente, un
ruido rompe su calma. Se vienen gritos, escucha carreras.
-
“Rápido,
rápido”.
Se asoma a la
ventana, ve revuelo. El ruido pasa por delante de la puerta. Niños y profesores
corriendo.
¿Qué habrá pasado?
-
“Un
accidente”. Escucha a lo lejos.
-
“Estaban
los niños jugando a la pelota y se les ha escapado el balón, con tanta mala
puntería que ha dado a otro niño que pasaba por ahí, se le han roto las gafas y
se le han clavado en la ceja”.
Un accidente,
curioso cuanto menos. En los accidentes no hay culpables, sólo victimas.
Entonces, él se
pregunta, ¿qué es él: culpable o víctima?
No será nuestro
niño quien decida la respuesta. Eso no sería justo.
Por cierto, otro
bocata que no se termina.
jueves, 24 de mayo de 2012
Verdades y mentiras
Os voy a contar
un cuento
Quizá muchos
otros niños hubieran intentado excusarse, que ese balón no es suyo, que él no
le ha dado. A lo mejor defenderse sería buena opción, pero le duele demasiado
como para ponerse a luchar.
Que vengan las
consecuencias que le tengan que venir.
Él ha sido el
último en golpear la pelota antes de que diera en el cristal. El hecho en sí de
que él diga algo no va a evitar que sigan tirando pelotazos, es más, de haberlo
dicho, habrían aumentado. Así es como funciona el mundo.
El mal vence, se
multiplica y se lleva los premios y medallas, mientras que algunos son
castigados, se quedan con los dolores y sin el bocata.
Por mucho que se
haga, por mucho que se diga, una sola acción, una sola palabra errónea
servirá para que todo lo bueno se olvide. Así es la vida de los justos, sin
posibilidad de error.
Mientras que a
quien sólo comete errores, y no de esos errores que en su definición aparecen
como casuales, fruto de la ignorancia, no le pasa nada, no sabe qué es lo
contrario, buen disimulo, buen partido.
Pero no, no va a
decir nada. Culpa suya sí, pero ya le ha dejado de importar.
Él iba
tranquilamente andando por el patio del colegio, sin ninguna ilusión ni
motivación en especial, abriendo su bocata, sin saber de qué es… un grito, un
aviso y el resto ya son culpas ajenas. Excusas de muchos sobre uno. Y el
problema es que verdad sólo hay una y tiene que combatir contra infinitas
mentiras.
Mentiras
variadas, con diferentes punto de vista, mejor vestidas, más interesantes. La
verdad es única y no puede adornarse.
Ya irá
aprendiendo a asumir esto, a seguir peleando para nada y, con el tiempo, le
dejará de importar.
Aún es demasiado
joven, se le olvidarán los días de castigo.
Día 177: Pues ya se ha terminado. (24-Mayo-2012)
Madrugar, esa
actividad que tengo tan abandonada. Volver a esa sensación de no saber si has
dormido o no; no saber cuantas horas han sido, pero si saber que son pocas. Aún
así, sentirse fuerte, por el momento que luego hay suficiente mañana.
Desayuno relajante,
si lo mejor, pero ojo, que estaba tremendamente bueno.
Y a seguir
haciendo cosas, de paseo por las islas. Las cosas se van acabando.
Comenzar
gestiones de otros lugares y otros ambientes, algo así como más vacacional.
Mollete, ese
desayuno que tampoco recordaba. Ya a la vuelta a pegarse con esas fórmulas y
esos casos que son “Raro” y “otro raro”. Cuanto bien han hecho los torneos y a
lo mejor esas clases de programación.
Y ya va tocando
cerrar el día, en e que se ven buenas noticias, de esas que alegran.
Ahora albóndigas,
espero que fresas, seguro Sandía. Cambiar la siesta por el pro y para el
palacio.
BALONCESTO
miércoles, 23 de mayo de 2012
Castigado
Os voy a contar
un cuento
-
“¿Si?,
¿Diga?”
-
“Hola
es la madre de ….. ”.
-
“Sí,
¿qué ha pasado?, ¿está mi hijo bien?”
Comienzan los
nervios.
-
“No
se preocupe señora, su hijo está bien. Pero tenemos que hablar con ustedes
porque ha hecho algo que no debía. Estaba en el patio jugando con una pelota y
ha roto un cristal. Eso ha sido poco comparado con lo que podía haber pasado,
había un grupo de niños al lado y podía haber ocurrido una desgracia. Queríamos
hablar con ustedes para decidir el castigo. Ahora su hijo ha ido a la
enfermería porque dice que le duele la mano, pero claro, seguro que lo ha dicho
para darnos pena, para irse del despacho y que no le siguiéramos regañando.”
-
“Este
hijo mío, no gano para disgustos. Lo siento mucho… Por descontado que vamos, no
tenga ninguna duda que tendrá un castigo ejemplar y cualquier decisión que
tomen la aceptaremos.”
-
“¿Se
puede saber qué has hecho?. ¿Por qué te pones a jugar donde no se puede?, ¿no
has visto que había otros niños? Les podías haber hecho mucho daño. Dios mío,
qué cruz de niño, siempre haciendo lo que quiere, siempre enredando y
molestando. Siempre haciéndonos pasar una vergüenza enorme. Salte fuera de aquí
y luego en casa hablamos, que esta vez te la has ganado pero bien. Y deja de poner
excusas con la mano, que no tienes nada. No te quejes que no nos vas a ablandar
con esas cosas. Si eres mayor para desobedecernos a nosotros y a los
profesores, lo eres también para las consecuencias”
-
Vas a
estar mucho tiempo castigado, y el dinero para las chuches, los juguetes y todo
lo que te gusta va a servir para pagar el cristal. Fuera de mi vista.
Nuestro niño sale
por la puerta y espera tranquilamente hasta que termina la reunión de sus
padres con el director.
Día 176: No lo tengo muy claro. (23-Mayo-2012)
Pues eso, el
título se refiere a cómo o qué escribir del día. No va a ser mucho que mañana
madrugo.
Pero si diré que
aunque algunas cosas se siguen repitiendo el día ha ido suave. De remiendos por
un lado y el por el otro, pudiendo perder el tiempo sin perderlo.
Ahora mientras se
va haciendo eso en tu turno me acuesto un rato y a la que salgas estoy otra vez
dentro. Espero que vaya todo bien.
martes, 22 de mayo de 2012
Consecuencias
Os voy a contar un cuento
El ruido de los
cristales evidentemente calla los gritos del recreo. Ni sonrisas, ni palabras,
ni sollozos. Todo en calma, todo en silencio.
Ese silencio que
no molesta pero que avecina incertidumbre, esa incertidumbre que no puede traer
nada bueno.
¿Las miradas? al
culpable.
Su muñeca le
duele cada vez más, mucho más. Abriendo el bocata no le habría pasado.
Se acerca uno de
los cuidadores del patio, ese que tan atento estaba a cómo una panda de borricos
hacían el cafre, agarra a nuestro niño, se lo lleva a uno de esos despachos que
inculcan el temor juvenil.
-
¿Qué
ha pasado?
- Ha roto el cristal con un
balonazo.
-
Pero
si sabes que no se puede jugar al balón en esa zona...
-
He
visto como se giraba a dar a la pelota, y directa al cristal, menos mal que ha
sido eso, porque justo al lado había un grupo de niños jugando y podía haber
ocurrido una desgracia.
-
Pues
esto es muy serio… no lo esperábamos de ti, pero no se puede quedar así. Vamos
a llamar a tus padres no sólo por el cristal, que lo tendrán que pagar, sino
para decidir tu castigo, porque lo que has hecho es muy grave.
- “……………..”
-
¿No
vas a decir nada?
-
“Me
duele la mano, ¿puedo ir a que me la miren? Y mientras llamáis a mis padres y
elegís el castigo.
Sale del
despacho, se dirige hacia la enfermería. Posiblemente le venden la mano.
Ahora mismo no le
importaría estar saboreando su bocata, aunque no le gustara.
A eso se le
llaman consecuencias.
Dia 175: Martes, ¿como no? (22-Mayo-2012)
Me voy a dar el lujo de escribirlo antes de marcharme, a ver si se me olvida rápido y no tengo que rememorar nada.
2:30 horas tiradas a la basura nada más empezar.
Ciego, sordo y además gilipoyas.
Y seguir dando vueltas con la sensación de perder el tiempo.
Vamos, lo que viene siendo un Martes de libro
Muy bien, muy rico todo
Me voy a dar el lujo de escribirlo antes de marcharme, a ver si se me olvida rápido y no tengo que rememorar nada.
2:30 horas tiradas a la basura nada más empezar.
Ciego, sordo y además gilipoyas.
Y seguir dando vueltas con la sensación de perder el tiempo.
Vamos, lo que viene siendo un Martes de libro
Muy bien, muy rico todo
lunes, 21 de mayo de 2012
Cuidado
Os voy a contar
un cuento
Vamos a situarnos
en el patio del colegio, por establecer un momento temporal, digamos que
estamos en el recreo.
Ese momento en
que unos niños corren, otros saltan, algunos gritan, quizá alguien llora, puede
que uno o dos estén castigados y no disfruten.
Nuestro niño
simplemente ha salido de clase, está andando hacia algún lugar, desenvolviendo
su bocadillo.
Expectante ante
su sorpresa diaria. Esa que le pondrá entre algo rico o algo bueno, y la gran
diferencia que existe entre esos dos términos, pero eso es otro cuento.
-“CUIDADOOOO”.
Se oye desde
lejos. Reacción instantánea, levanta la cabeza y ve como la pelota se dirige
violentamente hacia el grupo que tiene al lado.
¿Quiénes son?. Da
igual, incluso a lo mejor se merecen llevarse ese balonazo… Pero su instinto
hace que su brazo se olvide del bocata, del papel albal y de la posible grata
sorpresa, y que sea en su muñeca en la que rebote ese balón.
¿Héroe?
No.
La muñeca le
duele, quizá no lo debería importar, pero le duele. Y esa pelota, no ha dado a
quien tenía detrás pero ha ido a parar a uno de esos cristales, que de débiles,
estallan cuando les dan un golpe.
Como diría la ley
de la calle, “el último que la toca es el responsable”.
No sabe a quién
ha salvado… pero si sabe que es culpable.
Que vengan a por
él, no va a oponer ningún tipo de resistencia.
sábado, 19 de mayo de 2012
Buenafuente... se nos va....
Estoy leyendo, y me sorprende mucho, que a Buenafuente le quedan sólo dos programas y se despide "por falta de audiencia".
Se que no voy a ser objetivo, me ha quitado muchas horas de sueño en mi vida cambiándomelas por risas y sonrisas, y eso siempre me ha parecido justo.
Entrando en número puramente, no se si 2 millones de personas son muchas o pocas para un prime time de Domingo. Pero a lo mejor hay que pensar una cosa... ¿cuando ha empezado el programa?, con el final de la Liga de fútbol. Y por mucho que joda al personal, ya pueden poner el Gran Hermano el Domingo (que supongo que será la referencia y el rival a desbancar en eso del share) que si hay fútbol, en este país se ve el fútbol.
Yo lo compararía con Salvados, que no se la audiencia que tiene, pero que es un programa ya asentado, a lo mejor me equivoco, pero seguro que comparten mucha audiciencia.
A mi me jode quedarme sin "la risa y sus cosas del Domingo" y allá donde vaya, donde le hagan un hueco, a la hora que sea, ahí estaré; esperando a ver a Buenafuente, al clásico, al de siempre. Un programa que siempre ha sido así, porque se debe a la gente que siempre le hemos visto, seamos tres gatos como se que son Pablo y Carlos, junto a mí. O millones.
Más motivo para disfrutar estos dos domingos que nos quedan.
Se que no voy a ser objetivo, me ha quitado muchas horas de sueño en mi vida cambiándomelas por risas y sonrisas, y eso siempre me ha parecido justo.
Entrando en número puramente, no se si 2 millones de personas son muchas o pocas para un prime time de Domingo. Pero a lo mejor hay que pensar una cosa... ¿cuando ha empezado el programa?, con el final de la Liga de fútbol. Y por mucho que joda al personal, ya pueden poner el Gran Hermano el Domingo (que supongo que será la referencia y el rival a desbancar en eso del share) que si hay fútbol, en este país se ve el fútbol.
Yo lo compararía con Salvados, que no se la audiencia que tiene, pero que es un programa ya asentado, a lo mejor me equivoco, pero seguro que comparten mucha audiciencia.
A mi me jode quedarme sin "la risa y sus cosas del Domingo" y allá donde vaya, donde le hagan un hueco, a la hora que sea, ahí estaré; esperando a ver a Buenafuente, al clásico, al de siempre. Un programa que siempre ha sido así, porque se debe a la gente que siempre le hemos visto, seamos tres gatos como se que son Pablo y Carlos, junto a mí. O millones.
Más motivo para disfrutar estos dos domingos que nos quedan.
Solo
Os voy a
contar un cuento
- “Solo,
estoy solo, pasa”.
La pelota no
llega, toca correr para atrás y mucho, muchísimo.
Y ya van
demasiadas veces, el cuerpo empieza a estar cansado, la mente nublada.
Recuperación,
carrera con ilusión.
- “Solo,
estoy solo, pasa”.
- “GOOOOOOOOOOOLLLLLLL”.
Esa es la
secuencia que se escucha en el patio.
Mejor dicho, no
mintamos, la primera frase parece ser que sólo la ha escuchado nuestro niño, es
él quien la estaba diciendo.
Es el final del
partido, la clase de nuestro niño acaba de ganar la liga interna, esa
competición cuyo orgullo o decepción acompaña a todas las clases a lo largo de
los años.
Lo más parecido a
los sueños que tienen todos los niños en esa edad en la que sólo importa jugar.
Pero eso, nuestro
niño está reventado. Su cuerpo no da para más, muchas carreras encima y,
dentro, muchos balones recuperados, trabajo sucio pero tremendamente necesario.
En las sombras.
Pero esa última
carrera, era la buena.
El balón por el
otro lado, todos los compañeros marcados. El que tiene el balón, con dos
contrarios encima. La mejor solución para el equipo, pasar el balón.
Pero que palabra
tan compleja y difícil de entender esa de "equipo".
El niño que tiene
el balón se va con un rebote de uno de sus contrincantes y tira a puerta, un
defensa se cruza, le rebota y la pelota engaña al portero, entrando llorando.
Gol, final del
partido.
Y nuestro niño,
solo. Con tantas carreras en el cuerpo. Casi mejor que no le hubieran pasado
ese balón, seguro que la habría cagado. Su cuerpo con muchas carreras, su
cabeza sin ser capaz de dar las órdenes.
Seguro que no
habría sido capaz de controlar el balón, habría perdido la pelota. Al pegar a
puerta, se habría cruzado un defensa para tapar tiro, o hubiera parado el
portero la bola.
Quién sabe, a lo
mejor entraba la pelota entre los tres palos.
Pero no, los
focos no son para nuestro niño, él es de sala de máquinas, de los que corren
durante todo el partido y, para cuando hay que ir a por las medallas, está
demasiado lejos y demasiado cansado.
No lo escucha o
no lo avisa, se va a los vestuarios, esa ducha que es su único regalo.
Día 173: Viernes tarde. Ni largo ni corto. (18-Mayo-2012)
Normalmente
escribo esto en el cuaderno, después, cuando llego a casa lo paso al ordenador.
Hoy toca directamente ordenador, no me he llevado ni el cuaderno, ni la
mochila, ni nada; bocata en mano y ya, como todos esos Viernes en que las
intenciones son escribir en sábado por la tarde, o se opta por escribir antes
de salir. Y no, hoy no había optado por el antes de salir, y aquí estoy en sábado
antes de dormir.
El día ha
empezado llegando un poco pronto, será un buen ejemplo para el día, la verdad
es que he llegado con el gran temor de que no hubiera servido para nada, pero
no, eso no ha pasado, parece que se ha hecho bien y ha gustado, me tiene que
valer.
Pero siempre hay
que, bueno, mejor dicho, siempre se puede dar una segunda vuelta, y mejor
empezar a rascar. Aunque con la sensación de que no, que lo de hoy si que no
sirve para nada, tener 10 gramos necesitando un kilo.
Bueno, hay que
hacerlo y punto.
Meriendas y esas
cosas, y empieza el Baloncesto, tiempo de playoff, tiempo de partidos de todo o
nada. Hoy ha sido todo aunque me he estado quejando mucho de que pintaba a
nada, pero las reflexiones baloncestísticas no tienen cabida aquí, esto es para
otra cosa, aunque los gritos si hayan sido allí.
Un ratito de cena
agradable, que me niego a que sea el último. Terminar de cerrar las cosas, y
apagar el ordenador cerrando otra semana.
Esta semana que
he intentado por todos los medios evitar el Domingo pasado, evitar la semana
entera, no se si lo habré conseguido.
Como siempre he
tratado de hacerlo lo mejor que sé, aunque implique mucha careta y dejar eso
del orgullo y la dignidad para otro momento.
El Lunes empieza
otra semana, que hoy se acaba esta.
He dicho una frase, que debo mantener: "Olvida todo lo que quieras, pero no te olvides de volver"
He dicho una frase, que debo mantener: "Olvida todo lo que quieras, pero no te olvides de volver"
viernes, 18 de mayo de 2012
Seguir...
Os voy a contar
un cuento
Está nuestro niño
en una de esas tardes que el televisor cubre todas y cada una de las horas. A
su lado, con él, en el otro sofá, su sabio abuelo.
Ese al que tanto
quiere. Ese del que tanto aprende.
La impaciencia de
nuestro niño hace que sea imposible ver un solo canal, va volando de uno a
otro, sin atender mucho a lo que ve, pero tampoco entendiéndolo del todo.
Deja de un lado
los canales que se dedican a los gritos, aún no tiene edad para eso.
En el primero que
se para hay una carrera de bicis (casualmente deporte diréis, me parecen buenos
ejemplos para el cuento).
Una de esas
carreras extenuantes. Llevan corriendo desde mucho antes de que nuestro niño se
levantara y su abuelo ya está empezando a dormir la siesta.
Muchas horas
llevan, con eso estábamos. Se acaba la carrera y los ciclistas, en vez de
bajarse de la bicicleta, siguen pedaleando mientras se acaba la retransmisión.
¿No estarán ya
cansados?, se pregunta mientras su abuelo se hace el dormido observándolo.
Cambia de canal.
Hay boxeo.
Quizá demasiado
violento para su edad, noble deporte. Son sólo puñetazos.
Lo que ahora no
entiende es que después de un buen rato a mamporro limpio, uno cae a la lona.
El vencedor tiene cara de preocupado, mientras que el vencido, en el suelo,
sigue soltando golpes. Cosas del inconsciente.
Todo termina con
una película que con el tiempo saboreará profundamente, pero ahora se queda
sólo con un detalle.
El personaje
corriendo, durante mucho tiempo. Alguien se acerca y le pregunta, "¿por
qué corres?". "No lo sé simplemente corro". Hasta que llega un
momento que para y dice "estoy cansado de correr".
Demasiada
información para una mente tan joven. Su abuelo toma el mando.
- “Nieto,
lo que has visto es gente que muchos dirán que han perdido el Norte, que han
perdido el objetivo. Puede que sea así, y por una parte es cierto. Siguen
haciendo lo que llevan tanto tiempo haciendo, a pesar de que se termina la
competición, porque están acostumbrados a no ganar y han perdido esa necesidad,
simplemente, se han acostumbrado a pelear.
No es algo que
lleve una gran recompensa pero, cuando se te olvida el objetivo, puedes poner
el medio para conseguirlo como el fin”.
- “Abuelo,
no lo entiendo. ¿Y el que se ha cansado?”.
-
"Es un ejercicio
muy cansado. No te preocupes, eres joven y seguro que no te hace falta
entenderlo en tu vida, no caerás en ello, tendrás siempre un objetivo".
Su abuelo tiene
siempre sabias palabras, aunque ni si quiera él acierta siempre.
Día 172: Si. No. Depende. (17-Mayo-2012)
Carrerita de las
buenas pero subido en el metro estoy, ahora que me lleve volando hasta la nube,
del paseo me encargo yo.
El título es
curioso, pero nada raro que imaginar; es el resumen del trabajo y el correo de
hoy. Unas si, otras no y otras depende.
Es lo que tienen
las vueltas por la patria que hay sitios que si y otras que no.
Hoy después de
los momentos tensos; tiempo para hacer de todo, esas cosas que sirven para
liberar la mente.
Se acaba el día,
se tira de colores y a ver que sale mañana.
jueves, 17 de mayo de 2012
El barrio duerme
Os voy a contar
un cuento
El barrio duerme,
dejémosle descansar.
Es demasiado
temprano para levantarse pero demasiado tarde para estar aún despierto.
En el cielo, la
Luna. En los balcones del barrio, luces apagadas. Dicen que se ha quedado buena
noche.
Aún quedan
resquicios en el parque de lo que será su futura vida, también por los
columpios, el tobogán y el resto de zonas que poco a poco su generación está
dejando de usar en favor de otros entretenimientos, más modernos pero menos
colectivos. Pero él aún es joven, aún ve estas horas de madrugada desde su
ventana.
Noches de esas
que dicen de calor, el verano está dando avisos pero ya no se fía ni del hombre
del tiempo.
Al fondo, sólo
una luz compite con la Luna. Alguien se está ganando el pan.
Buen ejemplo que
algún día quizá seguirá.
Pero su mirada no
se centra en ese local, ese que visita todos los días en busca de sus dos
barras, en el que le reciben con una sonrisa y puede que pasado el tiempo le
traten de señor, aunque en algunos días aún se sienta joven.
A lo mejor
debería centrarse en ello, pero es un niño que aún cree que los sueños posibles
y, por eso, su mirada va directa a la Luna.
Conversa con ella
a pesar de saber su naturaleza mentirosa y la cara que le oculta. Puede que de
ella reciba mentiras, lo que él le cuenta se queda en los secretos de la
madrugada.
De momento no
tiene temas importantes vistos fuera de la atmósfera de un niño, pero va
cogiendo el gusto al insomnio, irá aprendiendo de él.
No espera muchas
respuestas, eso es cierto. Pone a la Luna como oídos que le escuchan por no
pensar que la locura ya se ha instaurado en su vida, ese momento ya le llegará.
Hoy le ha contado
que mucha de la gente que le alaba por su alegría, le pregunta que si no duerme
bien o está cansado, y que él ha tenido que contestar que sí.
La Luna no
le da respuesta, sólo que a él le da la sensación que brilla un poco más
fuerte.
Prefiere pensar
que son sus palabras las que hacen eso, esa compañía hasta altas horas de la
madrugada.
Mira al parque,
su parque, ese sitio de juegos. No es el único que está mirando al cielo.
Dejémosle que aún
mantenga sus ilusiones, aún es un niño.
Que el barrio
siga durmiendo y que él siga su mismo ejemplo.
Día 171: Tardes rápidas (16-Mayo-2012)
Para empezar una
grata sorpresa que no me esperaba pero que sirve para empezar con buen pié.
Canarias sí, pero
no. Mejor ponerse con otra coseja que siempre hay algo que hacer.
A darse un paseo
por la geografía española a ver ande si y ande no.
Descubrir alguna
cosa interesante para agilizar el trabajo (o para hacer más, según se quierea
ver).
Meriendas,
conversaciones y a ir un poco rápido que hay prisa.
Ya que estamos,
vamos a hacerlo bonito. Todo enviado.
Cuando esté pasándolo
al ordenador lo podré contestar pero no lo haré; ahora procede decir “A ver que
me encuentro”
Ahora ya puedo
decir, “lo que me esperaba”
martes, 15 de mayo de 2012
Cuestión de cabeza
Os voy a contar un cuento.
Escaleras para
arriba.
Se le ha olvidado
coger la mochila, elemento indispensable y necesario para irse al cole.
Baja las
escaleras.
Tiene que coger
el bocata y el zumo para el recreo.
Última revisión,
que ya ha aprendido a no fiarse de su memoria para recordar las cosas
importantes que debe llevar.
Abre la mochila
y, efectivamente, la mochila está, con todos sus objetos inservibles:
-
Ese
paraguas muy útil que siempre le acompaña pero nunca abre. No por vagancia,
sino por el hecho en sí de que llevarlo o no llevarlo no evita que se moje.
-
El
típico trozo de papel que algún día tuvo alguna función pero que ahora
simplemente está y nunca se tira.
-
La
tapa de ese boli que algún día perdió su sombrero y nunca se volvieron a
encontrar.
No nos vamos a
meter en el bolsillo pequeño, baúl de los recuerdos que no entraría en este
folio ni en muchos otros, y no es plan de cansar.
Lo importante es
que, del cuaderno y el estuche con los bolis, ni rastro.
Coge el bocata y
el zumo, sube las escaleras en busca de sus objetos perdidos.
Efectivamente
están encima de la mesa, no tiene pérdida, guardar y cerrar la mochila, bajar
escaleras, ya se puede ir.
- “¿Has cogido el bocata?”
El cree que sí,
pero mejor mirarlo. Abre la mochila, observa todos los objetos, están los
inservibles y los importantes, pero lo que es el zumo y el bocata para el
recreo, pues no están.
Flashazo en su
cabeza, lo ha dejado arriba, encima de la mesa. Ha pensado "Ahora lo
guardo" y, evidentemente, no lo ha guardado.
Subir las
escaleras.
Coger el bocata y
el zumo guardarlo. Ya seguro que lo lleva todo. Baja las escaleras. Se va a
clase.
- “¿Me has traído el libro que te
pedí?”. Pregunta un compañero al verle.
Mierda, se le ha
olvidado. Aún le queda tiempo, corre a casa, sube las escaleras, coge el libro,
baja las escaleras, corre al colegio, llega a tiempo.
La mochila la
había dejado ya en clase, no vayamos a dar opciones a más olvidos.
Hoy la conclusión
es sencilla, suave, fuera de los grandes y complicados temas que últimamente
salen. Simple y llanamente, lo que ha aprendido nuestro niño es que:
Quien no tiene
cabeza, tiene piernas.
Día 170: Una de esas tardes que me jodería perder. (14-Mayo-2012)
Hoy con el boli
de escribir bonito y bien.
Cierto es que ha
sido una tarde que ha pasado rápido. Sencilla, tranquila, de trabajo y esas
cosas.
La llegada supone
un correo que no se entiende mucho pero que tres horas después se soluciona.
Las islas vuelven
y creo que hoy va bien la media.
Lo dicho, una
tarde con su café y su merienda; incluso hasta con paseo por los sótanos aunque
parece que no estamos autorizados.
Ahora duele un
poco bastante la cabeza. A lo mejor el aire, que hoy si ha estado encendido,
tiene algo que ver. También puede ser la mala noche de poco sueño y las horas
tempranas.
Pero en
definitiva, una buena tarde de trabajo y de todo lo demás, de las que echaba de
menos y no quiero que vuelva a pasar tanto tiempo.
Esas que son
necesarias.
domingo, 13 de mayo de 2012
Cerrando la liga
Pues hoy se ha acabado la liga.
Eso para muchos, el fútbol para mí se acabó ese Miércoles,
ese día, que el alemán de nombre impronunciable metía el penalti que dejaba
fuera de la final de la Champions al Real Madrid. Esto es así, y punto.
Ni siquiera ese Miércoles tan raro que ganamos la Liga, sin
celebraciones, sin ganas y sin ilusiones. Los grandes objetivos provocan
grandes vacíos, y esa es la sensación futbolística que tengo ahora, un gran
vacío.
Supongo que el tiempo me dirá que el Real Madrid ganó la
trigésimo segunda liga al mejor Barça de la historia, al Barça de Pep Guardiola
y Messi. Que se ganó con los mejores números de la historia, con una cantidad
de goles abrumadora y una diferencia brutal, pero…. pero… ese Miércoles no me
salía celebrar nada, dolía demasiado.
No hoy no estoy viendo la celebración, ni de celebración,
creo que es culpa mía, pero bueno, que estamos con el fútbol.
Como estoy diciendo ante la pregunta de si no estoy viendo
el espectáculo del Bernabéu, no, está liga todavía no me llena.
Pasemos al análisis puro y duro de los equipos y momentos
que me apetezca.
Empezamos por el Real Madrid.
Este equipo que ha metido tantos goles. La liga la gana el
mejor equipo y punto. Eso ha pasado, en liga, ha sido el mejor equipo y lo ha demostrado
en el Nou Camp, allí si que se gano la liga, ese día si que fue de disfrute.
Una barbaridad de goles, con un pequeño problema. Yo lo
resumiría con: “Arbeloa para Kedhira”. Cosas de Mou, ese gran entrenador y esa
persona que casi consigue destruir todo lo que me ha enseñado mi abuelo que es
el Real Madrid.
A lo mejor pico a mucha gente, pero a quien le valga esa
actitud, pues para ellos. A mí no me vale. Y más aún cuando esa cabezonería,
ese miedo, ese creerse Dios y tener la verdad absoluta ha hecho que se acabe
para mí hoy el fútbol y no el Sábado que viene.
Pero bueno, siempre he defendido que quien gana es el Real
Madrid, que está por encima de jugadores, presidentes y entrenadores.
Seguimos con el análisis, no hablaré del Barça, porque no seré
objetivo. El Valencia pues ahí está a tanta diferencia que cualquiera diría que
es tercero… Ese es otro detalle de los que pueden matar la liga. La misma
diferencia entre el segundo y el tercero, que entre el tercero y el descenso…
pues a eso vamos, y por mucho que gane el Real Madrid, no gusta tanto.
Pasando por el Málaga, ese equipo que ilusionó con el
dinero, se temió por las prisas, pero que ha dejado hacer a un gran entrenador
y ahí está cuarto con honores.
Con el Levante voy a utilizar la parte graciosa de este
escrito, y es que ahora que está en Europa, hay muchos jugadores a sus medida:
Gatusso, Del Piero… entran en su quinta. Mérito enorme a un equipo que no me
cae especialmente simpático.
El atlético, ay ese atlético, que en Marzo daba por perdida
la vida y acaba levantado otra copa. Pues eso, el atlético y Radamel. Debe ser
la camiseta.
Debacle del Sevilla, y me alegro. Del Nido no se merece
nada, y no se como Michel quiere poner ese borrón en su expediente.
Vamos con los descensos.
Llevo mucho tiempo diciendo que el Zaragoza no bajaba, puede
que sea un canteo, pero yo me alegro. Es un equipo al que tengo especial
cariño, suyo es mi primer gran recuerdo futbolístico. Me alegro de que se quede
en primera.
El rayo, ese Rayo. Hoy ha estado a punto de romper la máxima
de que el fútbol puede con todo. Que cerca lo han tenido, pero también me
alegro por ellos, puede que sean un
equipo necesario, y además, han jugado o intentando jugar al fútbol. Y por cierto,
no podía ser otro, eterno Tamudo.
El Granada me la trae al fresco, debería haber bajado. Sobre
todo porque significaría que el Villareal, ese ejemplo de club, seguiría en
primera.
Lo del Villareal es de esos casos raros de equipo con
jugadores que se empieza a desplomar. Senna, Borja, Rossi, Nilmar; no están
preparados para pelear por el descenso… sus cotas son más altas. Y claro, las lesiones
hacen mucho, mucho daño. Y que el bueno este año ha jugado con el Málaga. La
conclusión, a ver con quién juego yo el año que viene al pro, con qué equipo
doy las lecciones.
Del Sporting, pues es un equipo que siempre me ha caído
bien, pero lo siento, ese personaje que ha sido el entrenador se merece
descender y todo lo demás. Impresentable.
Pues eso, se acaba el fútbol, si es que no se había acabado
ya. Se van esas dos (o cuatro) horas semanales de permiso. De olvidarse de
todo, de centrarse en sólo fútbol, lo que llamo opio. Eso que da igual lo que
pase, dos horas en las que hay partido.
Como alguien dijo alguna vez, “el fútbol no es cuestión de
vida o muerte, es algo mucho más importante”.
Y me la pela quien no lo quiera entender, y me cabrea
sobremanera quien no lo quiere respetar.
Penúltima mención a la jornada de hoy, y sólo se me ocurre
una palabra. RADIO
Si, esa Radio que te acompaña, esa familia que no le importa
que pases de ella, que cuando la necesites, ahí está para decirte tonterías.
Tomándose a risas esto que es tan serio.
Me dejo muchas cosas seguro. Momentos compartidos, lugares
visitados. Goles de Raúl y magias de Silva. La Premier de hoy, pero estamos
hablando sólo de liga.
Fútbol, que te acabaste con un mal recuerdo alemán hace
tiempo, que no he sido capaz de celebrar en condiciones, nos vemos en la
Eurocopa.
Hala Madrid.
sábado, 12 de mayo de 2012
No lo voy a
negar, ayer se me paso escribirlo, lo iba a hacer antes de salir, pero se me
olvidó, como tantas cosas, es lo que tiene una tarde tan entretenida.
Empecemos por el
principio, empecemos por lo bueno, aunque sea una despedida, todo un placer, un
lujo y un honor, y con un poco de chocolate. Buenos detalles que se agradecen
en tiempos oscuros.
El resto de la
tarde se basa en paseos y conversaciones. Y diréis, lo de currar, para cuándo.
Pues hubiera estado
bien, pero primero estas más de tres horas sin red, ni internet ni nada, sólo
paseos.
Después se apaga
el aire acondicionado, y hasta respirar se hace complicado.
Buen ejemplo… no
sabes de donde se sacan las fuerzas para intentarlo, y las circunstancias dicen
lo contrario.
Se acaba otra
semana, que es mejor dejar atrás sin pensarlo mucho más.
viernes, 11 de mayo de 2012
Luego te lo explico. Verdades
Os voy a contar
un cuento.
La profesora ha
preferido recoger los escritos antes de que lo entreguen a la responsable de la
creatividad.
Sí, es cierto, no
se fía de la capacidad de la mayoría de sus alumnos y prefiere revisar tanto el
contenido como el continente (que no Carrefour), no vaya a ser que el colegio
quede mal. No vaya a ser que alguno de los niños y niñas que
componen la clase escriban algo que no se deba decir o no lo escriban bien.
Cierto es que no
va a tener muchos trabajo. De los casi treinta niños y niñas que hay en clase,
no llega a diez el número de folios que tiene que revisar.
Que tampoco dice
mucho por parte los alumnos, ni aún siquiera teniendo una recompensa han
conseguido motivarse. Vale que el tema de motivante (siempre a ojos de nuestro
niño, que es de quien van las historias) no es que fuese mucho, pero bueno, por
lo menos era algo diferente.
Pero
nada, ocho escritos que repasa, que revisa.
Antes de que
venga la profesora a la que hay que entregarle las hojas llenas de letras
juntas, con espacios en blanco y signos de puntuación, se acerca a nuestro
niño.
- “Ahora cuando venga la señora,
tú no digas nada en la clase”.
Evidentemente,
nuestro niño no sabe los motivos ni las razones ni las circunstancias de tales palabras,
pero callará.
- “Luego te lo explico”.
Llega la
encargada de recoger los ejercicios de creatividad. Se presenta el director del
colegio, las cuestiones de estado requieren su parafernalia. Empieza a hablar
pues:
-
“Hola
a todos. Como ya sabéis…[bla bla bla]. Y entonces hemos elegido a los siete
mejores para participar en el concurso, para evitar trabajo al comité que
decida, que estarán ocupados [bla bla bla]”.
Eso era, siete
escritos. ¿Será el suyo el que no está entre los seleccionados entre los
mejores?
Realmente, le da
igual.
Se acaba la
parafernalia, se acerca su profesora.
-
“Estaba
bien escrito, era el único que realmente describía un día cotidiano, algo real
que hubiera pasado. Sin duda, de los que teníamos, era el mejor que había”.
Nuestro niño ni
se molesta en seguir preguntando.
- “Vale,
no me diga nada más”.
Sabe
perfectamente que su escrito incumplía uno de los grandes problemas de este
tipo de concursos creativos capados.
Decía la verdad.
jueves, 10 de mayo de 2012
Ese momento en el que piensas en
Os voy a contar un cuento
Ahora toca la
parte de cómo se llega a escribir esa creatividad, cómo se termina de escribir,
cuáles son sus consecuencias y sus enseñanzas.
Llega nuestro
niño a casa después del colegio. Es el día en el cual les han propuesto el
ejercicio de creatividad.
- “¿Qué
tal en el cole?”. Pregunta de rigor.
- “Bien”.
No hay que responder mucho más.
- “¿Te
han mandado deberes?”
- “Si,
tengo que escribir una historia cotidiana”.
- ¿Qué
bien no?
- “Si,
si, ahora la haré”.
Se ve la gran
ilusión que reside entre el escritor y el gran interés de quien pregunta.
Nuestro niño se
pone a escribir. Realmente puede tirar de muchas historias, en cada día de su
vida puede contar algo, de hecho así lo hace. Pero hoy le toca un
ejercicio de creatividad un poco descafeinado.
Se pone a
escribir. Espera que eso que llaman inspiración esté presente. O quizá alguna
de las musas que a veces le acompaña momentáneamente para sacar algo decente.
¿Quién sabe?, a ver qué le sale.
Al final, tras
estar un rato mirando al papel, al lápiz, otro rato al papel, un momento hacia
el techo, mejor ponerse a hacer esos dibujitos sin sentido en el folio, que de
momento viene siendo lo más creativo que su cabeza encuentra para su este
ejercicio.
Por un momento,
piensa en dejarlo, en no escribir. Es justo ahora cuando le viene una idea a la
cabeza, que no tiene nada que ver con lo que tiene que escribir, pero sí en
cómo lo está haciendo, en qué está haciendo, para poder escribirlo.
Tiene ganas de
dejarlo, de abandonarlo. Entonces es que lo está haciendo bien. Cuando
emprendes cualquier tipo de ejercicio, de actividad, de juego, en algún momento
piensas en no hacerlo y es justo en ese momento en el que sabes que lo vas a
conseguir. Si todo saliera a pedir de boca, así, a lo sencillo, no tendría
ningún mérito hacerlo, algo hay que pelear.
Entonces se pone
a escribir y no encuentra mejor tema cotidiano que la verdad. Contar cómo de
cotidiano ha sido su día. Mejor contar el de hoy que lo tiene fresco, así no se
le olvida nada.
Y sobre eso
escribe.
Día 168: Tarde calentita. (10-Mayo-2012)
Podría dejarlo
así, en el calor que hace, hablando de temperatura en ese momento que le dan a
apagar a la supuesta climatización y se abren las ventanas.
Ese momento ha coincidido
con el de dar a enviar. Buen ejemplo de trasvase de poderes.
Antes el calor lo
ha contenido el filtro autoimpuesto, todo un logro para un día sin música.
Sin duda el más
largo y el que más tiempo me ha llevado, tenia que se de trabajo. Sin inspiración
de por medio, aunque el ingeniero opine lo contrario.
No es que haya
cambios, pero hoy me he propuesto no hablar de errores, trabajar sin más,
escuchar y ver sólo lo que debo y para lo demás están los filtros.
Merienda rápida,
en el sitio y en silencio.
Y el resto ya son
planificaciones.
Ahora a ver si el
metro vuela, que del resto ya me encargo yo.
Una reflexión,
para terminar. Y es que si fuera de abandonar, ya habría cogido la poca
dignidad que queda y cerraría el libro.
Pero no
preocuparse, nunca fui de tirarme del barco.
Esa es la
reflexión y lo bien que viene Malasaña y las prisas para no seguir escribiendo.
Aunque el metro
se pare en medio del túnel.
RÁPIDO CARAJO.
Radiografías (II)
Prosigiendo:
Del mierda de frío, asco de lluvia y joder que calor; del
niña sírvete otra copa, del jefe ¿cuánto te debo?; de a esta ronda invito yo;
del maldito dinero; del paripé; de los humildes y los sobrados; del orgullo; de
los grandes estadios vacíos; de Telecinco; de Intereconomía; del tiempo
perdido; de esta España que duele; de la música; del ¿qué ha pasado?, si va a
ser bueno me quedo; del agachar la cabeza; del hacerse mayor; de lo gratis; de lo que cuesta tanto; de si sonríes te estas divirtiendo,
evitémoslo; de lo fácil y lo complicado; del ya te lo advertí; de los
visionarios; de las quejas; de las buenas personas; de las costumbres, las
buenas, las malas y las mías; de la capa, la espada y el sombrero; de escribir;
del rápido que vamos con tiempo; del despacio que tengo prisa; de los éxitos deportivos; de los fracasos
humanos; de los te miento porque te quiero;
de los móviles de última generación; de las videoconsolas; de los
parques vacíos; de las canastas rotas; del un error lo tiene cualquiera; del no
te equivoques; del no te preocupes, yo me encargó, se me olvido; de la falta de
memoria; de los desmemoriados; de los detalles; de los detallistas; de los
observadores; del ¿quién ha ganado?, para animarlo; del ¿quién ha perdido?,
para abuchearlo; del ¿ha sido mi equipo?; de las medallas impuestas y las merecidas; de las redes sociales; de la intimidad; de la
más tierna infancia perdida; de las rarezas; de las mañanas, las tardes y las
noches; de los vencedores; de los
vencidos; de los merecidos; del calentamiento global.
Me levanto, aplaudo y me voy a trabajar.
Mundo, no preocuparse que ya está to´ dicho y to´ hecho.
Radiografías
Vivimos instaurados en la cultura del ¿quién lo dice?, y no
el ¿qué dice?; si no es de los míos no me vale; si la verdad me perjudica, diré
que es mentira y quien lo dice es un
mentiroso; de escurrir el bulto; de eso no puede hacerlo otro; de centremos
nuestros esfuerzos en los errores del resto; si es mejor que yo, le critico por
algo, en vez de intentar igualarlo; del sólo vale si te la has follado; del aislemos
y riámonos del que no nos sigue el juego; del me aburro en el trabajo; del
hablo mucho pero digo poco; del mi opinión no cuenta si contradice a otros; de
la risa colectiva; del está mal, está mal, está mal, ¿y tú solución?, está mal,
está mal, está mal; del me quejo si se quejan junto a mi otros; del todo vale
si es por mi beneficio; de las personas que dicen ser humanos; de las máquinas
con sentimientos; del opio; del único error como
fracaso frente al cúmulo del resto; de los nombres equivocados; de los
descuidos olvidados; del no me he dado cuenta; del cariño regalado; del ¿cómo
que no tienes tiempo?; del no hacer nada para tener todo; de las que no creen
en los caballeros; de las promesas por cumplir; de las noches largas y las
mañanas escasas; del ¿de qué se habla?, que me opongo; del si tienes voz, que
sea como la mía, sino me da igual tu voto.
Una sociedad tan crítica que ha perdido la noción de que
está formada por todos y cada uno de nosotros, y ha ampliado el rango a un todo
y quizá está apuntando muy alto.
Una pelea, que ni se gana ni se pierde; porque realmente no
estamos enfrentados, sólo tenemos opiniones diferentes.
Y el resto, es perder el tiempo.
He dicho
(voy cogiendo el paraguas )
Ejercicio de creatividad
Os voy a contar un cuento
Ejercicio de “Creatividad”
Autor: Nuestro niño.
Fecha: Cualquier día vale.
Hoy
en clase ha venido una señorita diferente que nos ha pedido que escribamos una
historia cotidiana. Nos ha dicho que no nos lo tomásemos como si fuesen
deberes, que no es obligatorio. Pero que una de ellas sería seleccionada para
un concurso de relatos que estaban organizando en todos los colegios y que, el
colegio que ganase, tendría no sé cual premio.
No
he sido capaz de enterarme del premio, estaba tratando de pensar que
significaba cotidiano y muchas otras palabras de las que decía esa nueva
señorita que no entendía.
Para
intentar que todos los hagamos, nuestra señorita nos ha dicho que pondrá un
positivo a todo el que lo haga (sin más, por escribir un folio) y quien fuese
seleccionado se llevaría dos.
Cuando
nos ha empezado a explicar lo que había que hacer, nos ha dicho que era un
ejercicio de creatividad en el que podíamos escribir lo que quisiéramos sobre
los que nos pasa en un día.
Nos
ha puesto como ejemplo su día: “Me levantado a las 8 de la mañana, he
desayunado zumo de naranja con galletas dinosaurios y he venido a este colegio
para proponeros este trabajo”.
Evidentemente
no ha seguido mucho con la historia, es temprano y tampoco da tiempo a hacer
tantas cosas es tan pocas horas.
Aunque
a mí esa historia no me ha parecido muy creativa, he seguido escuchando y he
sacado el cuaderno para escribir lo que pedían, para que no se me olvidara
ningún detalle que pudiera ser interesante.
Nos
ha empezado a explicar que el relato tenía que tener una serie de requisitos,
teníamos que utilizar siguientes palabras: día, noche, desayuno, jugar, parque,
pelota.
También
que no podía tener palabras malsonantes y sin faltas de ortografía (normal digo
yo). Que la historia era libre, pero que mejor contásemos lo que nos gustaba
hacer cuando salíamos de clase, con qué nos gustaba jugar, dónde, con quién. Y
muchas otras pautas que he dejado de escribir en mi cuaderno, porque me he
puesto a pensar en el significado de creatividad.
A
mí me gusta escribir y lo hago porque me apetece, sin ponerme límites y
tratando de hacerlo bien, por eso me ha gustado la idea de hacer un escrito
creativo. Y me he puesto a seguir sus pautas, los límites que me han puesto,
porque se me ocurrían muchas historias cotidianas (que, por cierto, significa
habitual, que se hace con frecuencia, vamos; en mi opinión poco creativas por
sí solas) que simplemente por sí solas se salían de los límites de su
creatividad.
Y
al final se me ha ocurrido alguna historia que contar, pero es que acabo de
llenar más de un folio intentando explicar lo que me han dicho en clase, y
no puedo salirme de las normas.
No
soy tan creativo, o no como ellos esperaban que lo fuese. Este texto no va a
ganar, y casi lo prefiero.
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