Os voy a contar un cuento
Ejercicio de “Creatividad”
Autor: Nuestro niño.
Fecha: Cualquier día vale.
Hoy
en clase ha venido una señorita diferente que nos ha pedido que escribamos una
historia cotidiana. Nos ha dicho que no nos lo tomásemos como si fuesen
deberes, que no es obligatorio. Pero que una de ellas sería seleccionada para
un concurso de relatos que estaban organizando en todos los colegios y que, el
colegio que ganase, tendría no sé cual premio.
No
he sido capaz de enterarme del premio, estaba tratando de pensar que
significaba cotidiano y muchas otras palabras de las que decía esa nueva
señorita que no entendía.
Para
intentar que todos los hagamos, nuestra señorita nos ha dicho que pondrá un
positivo a todo el que lo haga (sin más, por escribir un folio) y quien fuese
seleccionado se llevaría dos.
Cuando
nos ha empezado a explicar lo que había que hacer, nos ha dicho que era un
ejercicio de creatividad en el que podíamos escribir lo que quisiéramos sobre
los que nos pasa en un día.
Nos
ha puesto como ejemplo su día: “Me levantado a las 8 de la mañana, he
desayunado zumo de naranja con galletas dinosaurios y he venido a este colegio
para proponeros este trabajo”.
Evidentemente
no ha seguido mucho con la historia, es temprano y tampoco da tiempo a hacer
tantas cosas es tan pocas horas.
Aunque
a mí esa historia no me ha parecido muy creativa, he seguido escuchando y he
sacado el cuaderno para escribir lo que pedían, para que no se me olvidara
ningún detalle que pudiera ser interesante.
Nos
ha empezado a explicar que el relato tenía que tener una serie de requisitos,
teníamos que utilizar siguientes palabras: día, noche, desayuno, jugar, parque,
pelota.
También
que no podía tener palabras malsonantes y sin faltas de ortografía (normal digo
yo). Que la historia era libre, pero que mejor contásemos lo que nos gustaba
hacer cuando salíamos de clase, con qué nos gustaba jugar, dónde, con quién. Y
muchas otras pautas que he dejado de escribir en mi cuaderno, porque me he
puesto a pensar en el significado de creatividad.
A
mí me gusta escribir y lo hago porque me apetece, sin ponerme límites y
tratando de hacerlo bien, por eso me ha gustado la idea de hacer un escrito
creativo. Y me he puesto a seguir sus pautas, los límites que me han puesto,
porque se me ocurrían muchas historias cotidianas (que, por cierto, significa
habitual, que se hace con frecuencia, vamos; en mi opinión poco creativas por
sí solas) que simplemente por sí solas se salían de los límites de su
creatividad.
Y
al final se me ha ocurrido alguna historia que contar, pero es que acabo de
llenar más de un folio intentando explicar lo que me han dicho en clase, y
no puedo salirme de las normas.
No
soy tan creativo, o no como ellos esperaban que lo fuese. Este texto no va a
ganar, y casi lo prefiero.
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