jueves, 10 de mayo de 2012

Ese momento en el que piensas en


Os voy a contar un cuento

Ahora toca la parte de cómo se llega a escribir esa creatividad, cómo se termina de escribir, cuáles son sus consecuencias y sus enseñanzas.

Llega nuestro niño a casa después del colegio. Es el día en el cual les han propuesto el ejercicio de creatividad.

-       “¿Qué tal en el cole?”. Pregunta de rigor.
-       “Bien”. No hay que responder mucho más.
-       “¿Te han mandado deberes?”
-       “Si, tengo que escribir una historia cotidiana”.
-       ¿Qué bien no?
-       “Si, si, ahora la haré”.

Se ve la gran ilusión que reside entre el escritor y el gran interés de quien pregunta.

Nuestro niño se pone a escribir. Realmente puede tirar de muchas historias, en cada día de su vida puede contar algo, de hecho así lo hace.  Pero hoy le toca un ejercicio de creatividad un poco descafeinado.

Se pone a escribir. Espera que eso que llaman inspiración esté presente. O quizá alguna de las musas que a veces le acompaña momentáneamente para sacar algo decente. ¿Quién sabe?, a ver qué le sale.

Al final, tras estar un rato mirando al papel, al lápiz, otro rato al papel, un momento hacia el techo, mejor ponerse a hacer esos dibujitos sin sentido en el folio, que de momento viene siendo lo más creativo que su cabeza encuentra para su este ejercicio.

Por un momento, piensa en dejarlo, en no escribir. Es justo ahora cuando le viene una idea a la cabeza, que no tiene nada que ver con lo que tiene que escribir, pero sí en cómo lo está haciendo, en qué está haciendo, para poder escribirlo.

Tiene ganas de dejarlo, de abandonarlo. Entonces es que lo está haciendo bien. Cuando emprendes cualquier tipo de ejercicio, de actividad, de juego, en algún momento piensas en no hacerlo y es justo en ese momento en el que sabes que lo vas a conseguir. Si todo saliera a pedir de boca, así, a lo sencillo, no tendría ningún mérito hacerlo, algo hay que pelear.

Entonces se pone a escribir y no encuentra mejor tema cotidiano que la verdad. Contar cómo de cotidiano ha sido su día. Mejor contar el de hoy que lo tiene fresco, así no se le olvida nada.

Y sobre eso escribe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario