Podría dejarlo
así, en el calor que hace, hablando de temperatura en ese momento que le dan a
apagar a la supuesta climatización y se abren las ventanas.
Ese momento ha coincidido
con el de dar a enviar. Buen ejemplo de trasvase de poderes.
Antes el calor lo
ha contenido el filtro autoimpuesto, todo un logro para un día sin música.
Sin duda el más
largo y el que más tiempo me ha llevado, tenia que se de trabajo. Sin inspiración
de por medio, aunque el ingeniero opine lo contrario.
No es que haya
cambios, pero hoy me he propuesto no hablar de errores, trabajar sin más,
escuchar y ver sólo lo que debo y para lo demás están los filtros.
Merienda rápida,
en el sitio y en silencio.
Y el resto ya son
planificaciones.
Ahora a ver si el
metro vuela, que del resto ya me encargo yo.
Una reflexión,
para terminar. Y es que si fuera de abandonar, ya habría cogido la poca
dignidad que queda y cerraría el libro.
Pero no
preocuparse, nunca fui de tirarme del barco.
Esa es la
reflexión y lo bien que viene Malasaña y las prisas para no seguir escribiendo.
Aunque el metro
se pare en medio del túnel.
RÁPIDO CARAJO.
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