domingo, 30 de diciembre de 2012


Día 306: Hoy me voy a quejar

Son las 6:41 acabo de llegar al metro. Voy a pensar que lo acabo de perder. El tiempo de espera habitual sería de 7 minutos. Al ser hoy día de paros convocados por el comité de empresa, los servicios mínimos establecidos en este horario son del 48%. O lo que es lo mismo, que circulan 1 de cada dos trenes. Echando cuentas simples yo debería esperar 14 minutos al siguiente metro.

Ya voy tarde pues.

La cuestión es que no sé porqué me da que a lo mejor viene un metro si eso a las 7 de la mañana. Hora a la que entro a trabajar y a la que evidentemente no voy a llegar.

Y aquí podemos llegar a una bonita conclusión, fácil y sencilla. Una huelga convocada porque no se están cumpliendo las obligaciones pactadas con los trabajadores (siempre en palabras del comité convocante, no las mías) es un derecho (cosa que me puede molestar más o menos pero lo cual no me a quejar ni criticar).

Un derecho decía, en el que se comprometen al 48% del servicio. Ese compromiso es una obligación igual que las que se incumplen y dan motivos a la huelga.

Si yo esperara 14 minutos hasta aquí todo correcto, pero he aquí el problema de todo este asunto, son las 6:52 por lo que el metro debería llegar en tres minutos y en el cartel de próximos trenes (el cual, por cierto, se acaba de encender) pone que quedan 11 minutos. Nos vamos a las 7:03.

Yo no se mucho de números pero desde 6:41 a 7:03 me salen más de 14 minutos, es más, creo que me salen 22 minutos. Que dividido entre el tiempo de espera (7 minutos, y esto cuando no es hora punta como ahora, que hoy estoy generoso) me salen un poco más de 3 trenes que tienen que pasar desde que estoy aquí.

Por tanto, a mi me sale un 33% del servicio.

Y estos son los datos, si estos datos no fueran reales yo no estaría escribiendo esto ni encabronandome más y más.

No me pararía a pensar que llevan las escaleras rotas toda la semana.

No llegaría a mi reflexión final, la cual mantengo todas y cada una de las huelgas, paros o demás formas de quejas.

Son un derecho que lleva unas obligaciones que hay que cumplir. No cumplirlas es ilegal y por un lado y por otro lado hace perder cualquier tipo de justificación en la queja.

Puesto que se utilizan los mismos argumentos contra los que supuestamente se luchan.

Y hoy no he dicho nada de los convocantes, que al igual que a quien van dirigidas las quejas, van en coche y se la sopla lo que pase en el metro.

7:03 entro en el metro. Hace tres minutos que tenía que estar trabajando.

Y que nadie me diga que no me queje o que me levante antes. Yo pago todos los meses por un servicio que acepta una serie de condiciones, incluidas las huelgas informadas con servicios mínimos.

Esos servicios mínimos que no se cumplen.

Pero como soy de los malos, da igual, podéis empezar a crucificarme por estas letras. Pero a ser posible, argumentadas.

Eso es todo por el momento, ya luego os cuento la mañana.

Así mucho mejor, bajar las escaleras y coger el metro.

Otro envío realizado y ya veremos como va la cosa. Hoy ya no escribo más

Ahora pijama, cama, edredón y una tarde entera para dormir.

Releyendo y comparando:

Curioso cuanto menos, días de mucho escribir.

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