Día 83: Los Miércoles son así. Tranquilos a la par que interesantes. Sonríe. (21-Diciembre-2011)

Vamos a escribirlo con cuidado, mayormente así se hace con el portaminas, único elemento de escritura del que dispongo en estos momentos. La mina volátil pero costosa, de las que hay que apretar aunque termine borrándose, bien sea por la causa del tiempo o por una goma.

Llegar, leer correos. Rato de conversación y desayuno que tampoco es plan de ponerse tan fuerte desde el principio, o sí. Empezar, hoy toca terminar el mandado, encontrar el camino por las tierras del Norte.

Se va consiguiendo, gestiones rurales de diversa índole (paro para sacar mina, suave) y otro desayuno, las cosas se van haciendo así, en la sombra.

Se sigue y llegan dos enlaces. Ambos de humor, mejor apuntar: uno de humoristas, posiblemente el mejor anuncio que he visto en tiempos, entrañable,  simpático, alegre, emotivo de esos que te dejan la sonrisa en la cara, que al fin y al cabo es para lo que sirve el humor; y el otro, pues el otro, de ostias como panes, pero alguna muy pero que muy graciosa.

Se está terminando el mandado, suena el teléfono, un  mandado improvisado, se hace sin problemas, para eso estamos.

Y en pensamiento mientras que vas a por agua. En la guerra, yo soy de trinchera y barro, de fuego cruzado, más que de despacho y órdenes, a lo mejor de los que no pueden contar y vanagloriarse de la victoria, pero sí de los que ganan la batalla (otra vez la mina, me está quedando largo y llego a Malasaña)

Para terminar:

            Sonríe.