domingo, 12 de agosto de 2012

Juegos olímpicos Londres 2012


Pues como todo gran evento, estos JJOO también se terminan, aquí van mis comentarios, mi resumen o lo que sea. He escrito mucho menos de lo que debía estos días, de estos juegos, de deporte, de historias de superación, de todas esas decepciones y esas muchas alegrías.

Resumamos pues:

            A modo de resumen se podría escribir lo típico, volver a ver deportes que sólo aparecen durante unos instantes en mi vida cada cuatros años, y eso que yo soy muy consumista de deporte. Volver a hacerte experto en cosas que dentro de dos semanas los goles me harán olvidar. Esta última frase sería una gran verdad y una gran tristeza, pero eso lo dejamos para otro día, no entremos en debates.

            A pesar de tener que trabajar, estar dos fines de semana fuera de casa, sin intenciones de televisión, creo que he visto todo lo que tenía que ver, todos  los éxitos y algún que otro fracaso. Los momentos para recordar, esos pedacitos de historia, tan banal y tan hipócrita, como grandes. He hablado alguna que otra vez aquí del deporte y los momentos de alegría. En unos JJOO aparece eso unido al desconocimiento, la superación de tanta y tanta gente que pelean 4 años por sus sueños. Este hecho, todo aquel que haya hecho deporte en su vida, perderá la parte de hipocresía y le vendrán las emociones.

Comprobar como la paciencia tiene su recompensa, y si lo vemos ahora, no han sido tan malos resultados. Han sido 17 medallas.

Empecemos por el principio pues:

Fútbol: Si toca ponerlo el primero, por una cuestión cronológica. Un Jueves clandestino antes de que todo empezará, derrota contra Japón, muchos palos, y una de las opciones de medalla, de las seguras, de las que tenían puesta día y hora en el calendario; se esfuma. Cosas del fútbol. Recuerdo esos palos mientras se escuchaba la música de fondo, con un vaso rojo en el mano con un interior poco habitual. El torneo lo ha ganado México, la tercera en discordia.

Primeros días de juegos, poco vistos, un poco de Baloncesto, siempre fiel, creo recordar que algo de Balonmano también, pero en esos tiempos no importaba, había otras cosas que hacer.

Vuelta con los deportes, recuerdo una primera semana complicada, muy complicada, se hablan de una palabra que no voy a mencionar, el gol de Iván Pérez, la bici de Luisle, el balonmano, las lesiones de hockey. Medallas que no llegan. Impaciencia.

Se viene la piscina, cosa que no sigo en exceso, la gente empieza a hablar de la leyenda de Phelps, si es muy bruto y muy bueno, pero si tienes chorrocientas pruebas en las que poder competir, pues es más sencillo acumular y acumular frente a los que tiene una sola prueba.
De la piscina viene la primera medalla, no la vi o no la recuerdo.  Una mujer, Mireia Belmonte.

Luego viene la piragua, un poco así sin que te vean verlo, pero viene otra medalla.

Se pierde el tenis aunque tampoco se hace mucho caso, estamos en el segundo fin de semana en el que sólo se le hace caso al baloncesto, por respeto y esas cosas. Vuelve Mireia a las medallas, esta si la veo.

Siempre gusta que tu país gane medallas, siempre gusta verlo.

Sigamos con los deportes, Balonmano: El masculino, cruel, tremendamente cruel, el éxito, la gloria y la derrota se diferencian un segundo, ese balón que sale rebotado, llega a las manos de quien no debe, y entra. Cruel, muy cruel. El femenino, las bellas guerreras, esas mujeres… En las semis no se pudo hacer nada, los palos existen para repeler los balones, y lo hicieron muchas veces. Pero tales bellezas no pueden acabar con lágrimas en los ojos, las guerreras no podían terminar perdiendo. Dos prorrogas, sufrido, como no podía ser de otra manera. Sencillamente espectacular, simplemente merecido. Lágrimas de orgullo y justicia.

Waterpolo: Ese deporte de agua que todos practicamos en verano queriendo emular a nuestros ídolos del césped, que te puedes tirar sin que te hagas daño. Ese deporte en el que tenemos a verdaderos ejemplos de superación y casta. Los chicos no dieron para más, una generación que se ha ido agotando. Tremenda despedida la del último día a Iván Pérez. Las niñas, ahí las niñas, porque hay que llamar así a un equipo de 22 años de media, y que casta, que manera de meterse en la final. Ahí una enseñanza contra un rival que físicamente está muy por encima. Para ganar en ocasiones hay que tener duras derrotas, y para ser la primera participación olímpica, pues no está nada mal.

Por ir juntando un poco más deportes, recuerdo el hockey hierba, que estas olimpiadas no lo he seguido mucho, pero el día clave, es complicado jugársela contra el equipo anfitrión en un deporte que depende de tanta subjetividad, y hasta ahí puedo leer. Recuerdo también el vóley playa, pero se me hace tan lejos, buena fase inicial para desaparecer en cuartos, donde hay que estar, la diferencia entre la gloria y el fracaso. El judo no sale como debería (no podría decir si ha habido medallas o no en ese tatami, pero lo dudaría).

Y pasamos a lo de las patadas, Taekondo. Me ha molado eso de dar patadas en toda la boca, y creo que el resultado ha sido más que notable. Pero sobre todo eso, lo de las patadas en toda la boca. Curioso deporte, emocionante y leal. Te pegan, le pegas, y no pasa nada. Noble, muy noble. Y con medallas claro, que sino no lo había visto.

Y a lo mejor es el momento de hacer esa reflexión, vemos los deportes en los que tenemos opciones de ganar una medalla, y para acompañar esa reflexión, debería lanzar la pregunta de si algún español, así, a bote pronto es capaz de decirme quien ha sido bronce en fútbol. Esa es la diferencia, la triste diferencia que empieza la semana que viene.

Nos tenemos que pasar otra vez al agua. A nuestro mayo medallista, nuestro hombre historia. David Cal. Persona que aparece cada cuatro años, gana su medalla y se va a trabajar otros cuatros años sin que nadie pregunte por él. Han sido dos cuartos dolorosos, porque ser cuarto es una putada, y otra medalla más. Otro éxito pues.

Y la vela, ese deporte que no es tan desconocido y que tantas medallas nos da. Denostado por la TV (yo no he podido ver en directo el oro de windsurf), y la verdad que es algo que te engancha como el Elliot, porque mola como pelean, la cantidad de giros y esas cosas. La verdad es que también está bien.

Por seguir recordando medallas, la luchadora y las sirenas. Curioso contraste. Las sirenas, hacer lo que hacen, como lo hacen, y casi sin respirar. Me parece un mérito enorme y algo que nunca llegaré a concebir como se puede hacer. Mi más sincero reconocimiento.

También debo hacer mención especial a la gimnasia rítmica, esas mujeres. Y para que me lo entendáis os recomiendo el informe Robinson de lágrimas por Londres, entonces, sólo ver salir a Carolina Rodríguez, te saldrán las lágrimas. Ejemplo de superación.

Hablaría de atletismo, ese gran fracaso para nuestro deporte, por cosas que no entenderemos. Las federaciones y su mamoneo. Hablar de Bolt, pues sí, podría, es otra de las leyendas, como Mo Farah. Pero mi máximo respeto reside en todos esos desconocidos que acaban vigésimos en su prueba, que nadie habla de ellos, que no salen en ningún lado, que también llevan cuatro años, o toda una vida, peleando para batirse a sí mismos, mejorar su marca, o simplemente acabar la prueba.

No meto en atletismo el triatlón,  porque son otra raza, muy superior. Mis respetos.

Debo hacer mención al hecho en sí de verlo. TVE se lo ha currado mucho (algún fallito en la decisión de la parrilla), y la que han montado en la web ha sido memorable. Y también como detalle, los comentaristas molan mucho, lo viven como cualquiera en nuestra casa, lejos del aburrido fútbol.

Y para el final dejo el baloncesto. Ese torneo que he visto entero, que he seguido, el que creo que a nivel deportivo alcanza su mayor cota en unos juegos olímpicos, deporte que he practicado durante mucho tiempo y que ahora una generación de amigos que juegan como auténticos dioses lo han llevado a cotas que no sabemos si volveremos a ver.

Empezamos ganando los tres primeros partidos, renqueantes, pero había que ganarlos. Navarro lesionado, Marc muy tocado, Rudy sin ritmo… Pero un equipo detrás. Partido contra Rusia, perdido. Llegan las suspicacias. Siguiente partido Brasil, ¿ganar o perder?. Se perdió, y ya está. Estos tíos han hecho algo muy grande. Nos han hecho soñar con un imposible, y ponérnoslo tan cerquita, que lo hemos podido tocar (me estoy adelantando).

Partido contra Francia, ese partido que hay que ganar si o si. Cuartos de final. Cuestión se saber ganar y perder, mejor no centrarse más, los franceses con todo el jaleo que hemos tenido este año con ellos, han visto la final desde casa.

Las semifinales. Menudos dos primeros cuartos para olvidar. Pero si algo tiene este EQUIPO (si lo pongo con mayúsculas) es que a parte de estar dotados física y téticamente, tienes unos HUEVOS enormes. Cuando el talento no llega hay que poner algo más, y esa es la diferencia entre los equipos y las leyendas. Y estos son leyenda.

Y la final. Estar donde se quería estar. Cuatro años soñando con esa tarde, queriendo a ese rival, para demostrarles que a esto de la canasta tienen rival.

Lo dije en Pekín y lo escribo ahora. Me negaba a decir que el mejor partido de baloncesto que yo he visto de nuestra selección fuese una derrota. El de hoy ha sido mejor, y vuelve a ser una derrota.

La imagen del final, esas caras de derrota, dignifican a esta generación. Querían ganar y lo han podido hacer, y perder no está en sus genes, no se pueden alegrar de una medalla de plata. La plata, en torneos, se pierde. Y hemos acabado perdiendo, con honores, pero en derrota. Y esta generación sabe que ha sido su última oportunidad, sus palabras mostraban despedida.

Honor para ellos.

Gracias para el Baloncesto.

Sergio Scariolo. Víctor Sada. Víctor Claver. Fernando San Emeterio. Sergio Llull. Sergio Rodríguez. Serge Ibaka. Marc Gasol. José Manuel Calderón. Rudy Fernández. DON Juan Carlos Navarro.  PAU GASOL. Felipe Reyes.

Nos habéis hecho soñar, y eso es algo que no se puede pagar con dinero (ahora que es tan importante en estos tiempos de crisis).


No se si me habré dejado algo, si algún protagonista se me habrá pasado. Vuelvo a poner la  radio, la COPE, si soy fiel a unas personas. Para ver y que me cuenten la ceremonia de clausura.

Se acaban los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Mucha gente se alegrará de que dejemos ya el maldito deporte. Yo sólo puedo decir que me he estado alegrando durante estas dos semanas. Y en estando como estamos, eso es lo más complicado, el deporte sirve para eso.



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