Todos los días digo, venga ya lo escribo en casa y no se si es porque no me fio de mi memoria o porque soy un clásico pero aquí estoy en el metro otra vez, y hoy de pie, no vaya a ser que se me pase (vale que tampoco hay asiento).
Y todo esto ¿qué tiene que ver con el curro?. Nada.
Empezar fuerte, a ritmo alto, para terminarlo. Ya está, muchas órdenes a velocidad absurda, pero terminado, salvo que digan lo contrario.
Después a ver como se hace la documentación importante y mañana con tranquilidad se hacen y terminan.
Conversación a base de coca-colas y un poco de concepto de sonido vía mail.
Para ser Martes no está mal.
Día 110: Volviendo a las buenas costumbres aunque no tengan que ver con el curro, ahí, echando atrás historias.
Nada más llegar, finiquitar y creer que está todo terminado pero antes de desayunar, mejor consultar; y la consulta es buena porque supone una “ligera” variación del asunto y realmente hace el trabajo más sencillo y menos problemático.
Mañana tocará dar marcha atrás a muchas cosas pero bueno, tampoco va a importar mucho, así estamos entretenidos.
Por lo demás, queda entre montaditos y bar asturiano, como debe ser para un miércoles.
Día 111: He conseguido tomarme el día con humor y mira que lo veía complicado.
El día da para contar muchas historias. Vamos a empezar por la noche que tras el cabreo fue muy larga y corta a la vez, dependiendo si se atiende a las horas de sueño o despierto y las visitas la baño.
Después, con más cansancio del recomendable, cuando estas dispuesto a marchar, en la protocolaria revisión de elementos ¿dónde está el abono?. No aparece pero tampoco hay mucho tiempo para buscarlo, mejor partir. Preguntar en la estación por él y que esa pregunta suponga perder el metro, no pasa nada, ahora viene otro: “Los cojones”, 8 minutos de espera pensando donde podrá estar el maldito abono.
Dos párrafos y nada de curro. Nada más llegar el correo echa humo y hay muchas cosas que revisar y muchas otras que no se entienden. Pero se van haciendo. He aprendido muchas cosas, como saber sí está o no dejado en paso, si tributa o no, muchas cosas y después además se ha reestructurado sin problemas.
Confirmar que lo he hecho de momento no sirve y comenzar a plantearse el ruralismo (Malasaña, por hoy está bien escrito)
[No acostumbro a escribir cosas después de los días, pero el abono apareció y el día acabo con paseos y risas]
Día 112: Un poco a lo montaña rusa.
La tarde empieza un poco antes, es Viernes, tampoco pasa nada. Sabes que el principio va a ser lioso pero bueno, todo sea hacer un par de cambios.
Aunque el teléfono suene se sigue con lo sencillito, lo que viene siendo el trabajo de monos y no me incumbe decidir.
Terminar una cosa y preparar un bonito correo, intentar ayudar pero no le apetece entrar así que mejor para el Lunes.
A última hora la llamada del ahorro que se trata de un fallo de correspondencia con lo tranquilito que se estaba.
Viernes, ya en Loranca, ahora un poco de edredón y tele.
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