La verdad es que la mañana ha sido tranquila. El correo vacío, quizás porque el Viernes fuiste el último y hoy has llegado demasiado temprano.
Desayuno y tratar de entender y hacer y no liarla. Después retomar con lo que se estaba y hacer un trabajo fino y elegante, con tranquilidad que tiene que dar para toda la mañana y parece que ha dado.
Tampoco hay mucho más que contar. Trataré de ganarle la batalla a los párpados tal y como se ha hecho esta mañana.
Días 114: La verdad es que ha venido muy bien.
Tengo poco sitio pero tampoco voy a escribir mucho. La mañana ha sido tranquila, el estudio está estudiado y mañana veremos que se puede ir haciendo. Ahora unos macarrones bien ricos y después un poco de pro.
Día 115: Cuando hay que pensar
He dicho que lo escribía luego y se me ha olvidado por completo, es lo que tiene los días que empiezan tranquilitos, te haces que sean así y después confirmas que no, que se convierten en un jodido lío que no te permite casi ni recordar que poner a estas horas. Habrá que tratar de hacerlo mejor en días sucesivos.
Día 116: Mucha historia
La verdad es que no me apetece escribir mucho. Tengo sueño y el día se ha vuelto frío y oscuro. Ahora un poco de siesta va a ser lo mejor. Curro, pues liado en cosas que por unas o por otras explotan.
Nada, paso de seguir, lo guardo.
Día 117: Largas tardes de trabajo.
Pues puedo prometer y prometo que venía fuerte, con ganas, con ansias de partir la tarde, que se pasara rápido, ver el baloncesto y salir de juerga. Lo del baloncesto se ha completado al 75 % y en el tren estoy para irme de juerga.
El resto de la tarde, quitando ese momento en el que es mejor irse al bar a merendar, muuuy larga, no me gusta esa parte, soy profesional y la haré y bien, pero no puedo hacerlo con una sonrisa.
Así no, el Lunes habrá que mejorarlo si o sí o también.
Id pidiendo un Absolut con limón.
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