miércoles, 29 de febrero de 2012

Me pongo a escribir a ver que sale

Acabo de tumbarme en la cama (umm este sería un buen comienzo para una de las ideas, ya estoy divagando en la primera frase) y aunque la postura no es muy cómoda (esto también me valdría para la misma idea), me voy a poner a escribir.

¿Razones?. Seguro que hay muchas, pero mejor es decir que ninguna, así no se sobrevalora ninguna y se la da una importancia que a lo mejor tiene, pero puede que no tenga, y sobre todo, así no se me olvida ninguna, que la memoria dicen que hay un momento que se agota (dicen he dicho).

Entonces, ¿de qué me pongo a escribir yo?. La verdad es que sigo con las ideas en la cabeza, los cuentos los tengo ahí aparcados, pero es que hace mucho tiempo que el parque no tiene importancia, que el columpio se ha convertido en montaña rusa, y con tanta subida y bajada es complicado encontrar el momento o el tema. Cuando hay tema no hay momento y cuando hay momento no hay tema.

Tengo en mente, en esa parte de la cabeza donde se almacenan las cosas que no hay que olvidar, unas historias que podrían ir una detrás de otra, pero se podría decir que se alejaría bastante de los cuentos de niños, serían algo más subiditos, una hablaría de la profundidad del corazón y sus oportunidades, otra sería puro sexo propio y ajeno y el resto podrían juntarse con la monotonía, la falta de observación y los muchos detalles.

Pero volviendo a un de los párrafos de antes, el tema está pero ahora no es el momento.

¿Qué cuento pues?

La verdad es que hoy me ha dado pensar en la competitividad. Puede ser raro, pero me ha dado por eso, y realmente he llegado a una buena conclusión, y es que sólo soy capaz de competir contra mí mismo, por una sencilla y clara razón. Si me supero a mí mismo, supero muchas más expectativas de las que había, porque siempre es uno mismo el que se pone el límite más lejos... pero... pero tampoco me voy a poner a escribir de eso.


¿Por donde sigo?

La verdad es que no lo se, realmente creo que necesito escribir sin más, juntar una letra con otra hasta que hace una palabra, después poner un espacio y comenzar con otra palabra, y así, junto a símbolos hacer frases completas e incluirlas junto a otras en párrafos, hasta llegar al punto final (que como se debe decir, siempre ha de ir acompañado de dos puntos suspensivos).

Y creo que ahí está el tema, tengo las ideas, pero por una cosa o por otra no las pongo. No creo que sea el que dirán, siempre que escribo, lo hago para mí. ¿Lo publico?, eso es cierto, pero ni se quien lo lee y la verdad es que no me importa. Sobre este aspecto, si se lee con detenimiento todo lo que pongo, se pueden encontrar muchos sentidos interpretables y alguno de ellos será hasta cierto, y no lo escondo ni lo guardo para que unos pocos sí y otros muchos no (ni a la inversa) está en un medio global al que todo el mundo puede acceder y leer.

Así que eso no es, por el público que se acerca no me corto de escribir. Sigo investigando ¿ya no se escribir?. Pues no lo sé, a lo mejor es muy altivo por mi parte considerar que alguna vez he sabido hacerlo, pero creo que tampoco ese es el motivo, fijaos si estoy escribiendo hoy cosas sin sentido, así que eso tampoco es.

¿Le echo la culpa al ingeniero?. Eh, pues a lo mejor si es eso. El biporalismo tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, sus discusiones hacia dentro y sus consecuencias hacia afuera, pero el mayor problema del biporalismo creo que reside en cuando una de las dos partes toma ventaja y se afianza casi como parte única. Que deja salir muy poco a la otra, y creo que hay está el tema, por fin he llegado a la conclusión.

Cuando el ingeniero ve que está saliendo un tema, ocupa el tiempo para que no lo escriba. Y cuando ve que hay mucho tiempo libre, coge esos temas y los esconde en las partes de la memoria a los que sólo sabe llegar él, y entonces pierdo ese tiempo libre buscando o recordando donde estaba.


Vamos que la conclusión es que, como siempre, la culpa es mía. Tanto párrafo para esto... sí lo podéis pensar, pero ha servido para sofocar un poco el ansia, para hacer un ejercicio de ¿a ver que sale?.

Y esto es lo que ha salido, no sé sí será bueno o malo, si se llegará hasta el final. Ni siquiera yo lo voy a releer, ahora voy a pensar un segundo el título, lo voy a publicar y ya que cada una y que cada uno, que sea capaz de leerlo, lo interprete y me cuente.


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