miércoles, 29 de febrero de 2012

El Creyente


Tan sólo odiaras lo que conoces.

Se trata de una buena película, que te hace pensar bastante.  Ahonda mucho más allá del sentimiento racista, del fascismo y del mundo nazi.

No se centra en la lucha de una comunidad, en la lucha contra otra raza, no pone en tela de juicio ningún comportamiento. Escudándose en el fascismo radical nos muestra la lucha personal de un joven, que se ha llegado a convertir en lo que es por sus propias ideas. Su odio radica en odiarse a sí mismo, en odiar lo que conoce, lo que intento comprender, pero que no está de acuerdo, y su lucha consiste en convertirse justo en uno de esos personajes que odia y pelean.

Pero realmente en su lucha nunca es capaz de llegar al final, de conseguirlo, porque aunque lo odie, o así lo manifieste, al fin y al cabo, es su pasado. Y en el fondo, sabe y reconoce, que lo que hace, es totalmente sin fundamento, que su odio no es válido, porque no odia a esas personas, sino que odia algo que no quiere entender.

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