He estado mirando y no está este cuento publicado, o no lo he sabido mirar bien. Tiene tiempo, mucho tiempo, allá por Agosto del año pasado, incluso antes de las aventuras del ingeniero.
Ya que se ha desempolvado, pues aquí está. No mezclar con los recientes circuitos, iría después de “Lo hará y lo hará muy bien”
Os voy a contar un cuento.
Última etapa, se masca la tensión, hay emoción, expectación.
Llega apretado y con los niños con ganas de demostrar quién es el mejor.
Con estos jugadores y haciendo el circuito quien lo hace, un espectáculo seguro. El parque está lleno.
……
…….
- “Así no se puede hacer nada”.
- “Lo hemos dado todo pero ya se sabía quien tenía que ganar”.
- “Una decepción absoluta, la gente bostezaba”.
- “Se ha columpiado, ¿cómo ha podido hacer un circuito así?”.
No ha ganado el mejor, sino el que se puede permitir la mejor chapa, la más adecuada; cuando el circuito no es exigente, cuando el talento no tiene que aparecer.
Ya hay culpable. Nuestro niño ha hecho el circuito que le han dicho, no el que quería. Sabía que era malo, sabía las consecuencias pero sólo hacía, y muy bien, su trabajo.
Uno ríe, otros gritan y se enfadan, muchos acusan. Nadie sabe lo que pasó, pero eso nunca ha importado.
(escrito Agosto 2011)
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