(15-Septiembre-2011)
Otro día duro, ha empezado temprano, intensidad con sueño acaba mermando a un cuerpo que hace mucho que no sabe lo que es el descanso; y eso es información, no opinión ni queja.
Se han sacado los equipos, se han sacado las tarjetas, se ha recontado, todo sale, está bien, es una buena presentación, pero… ¿reserva?, ¿a dónde va?. Bueno queda sólo un día. Creo que necesito Viernes, Sábado, Gandía, kazaya y copas.
Hacer un parón a la hora que una buena persona se levanta de la siesta, pues te alegra por hablar con él pero efectivamente, no puede ser bueno, no está pagado (si tu supieras niño, paciencia, bendita paciencia).
Merendar casi a la hora de cenar y hacerlo sin hambre y es lo que tiene la saturación. Filtras y a ver que sale. No es mejor el que más sabe, porque saber sin humildad es como no saber, nadie te escuchará. Sale el último, coger el teléfono. Se apaga el ordenador y desconexión, que a mi me pagan 8 horas y adiós, eso me parece justo.
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