Vaya por delante que tanto yo como mis circunstancias somos
los únicos y absolutos culpables sobre mis horarios, no me escondo y lo digo
abiertamente, pero no por ello veo una especie de injusticia poética cuando me
pierdo algo como lo que me voy a perder.
También aclaro que los horarios de las semifinales de la ACB
me parecen del todo coherentes y por fin pensados con algo de cabeza,
estableciendo sus descansos y haciendo que todo aquel que se acerque a los
pabellones pueda llegar a casa a una hora decente y una vez reposado el corazón,
descansar.
El problema, y aquí quizás viene la queja es que después de
un año comiendo horarios de mierda en ACB (ojo que digo ACB que la Euroliga
está bien montada aunque ese retraso de 15 minutos de este año algunos días ha
hecho mucho daño y claro, la posible cagada de la final que al final no se
produjo). Sin tener en cuenta lo largo que haya sido el viaje del Jueves para
cascar el partido en Sábado coincidiendo con el hermano mayor. Esos domingos
por la tarde a última hora (a mi no me disgusta, pero yo no tengo ninguna carga
ni ninguna cabeza pero que hacen imposible conciliar a la familia dentro y
fuera del palacio).
Esa nula sensibilidad con el aficionado que se deja su
dinero, gargantas y palmas en cada partido, ese primar al que va a estar en su
salón viendo tres partidos al año para luego decir y vanagloriarse de
entendido.
No hablo de cuatro gatos que vamos por Goya, que somos
algunos miles, hemos comido mucha mierda, han sido muy irrespetuosos con
nuestro deporte, se han reído lo suficiente de nosotros.
20:30 es horario perfecto tanto para un Miércoles como para
un Viernes. Te permiten apurar tus quehaceres pero sin salir tarde, si estas
libre habrá tiempo para un previo. Si quieres descansar después, puedes. Si
supone el inicio de una gran noche, estas en tiempos. Un buen horario en
definitiva.
El último partido que vi fue el primero de la serie contra
Morabanc Andorra. Ya estamos en semifinales y no quiero ni que se me pase por
la cabeza que sea el último.
Ya he visto el calendario y un supuesto quinto sería en
fecha adecuada (esperemos que no cambien de opinión) y prefiero aún no mirar
las finales que aún queda tanto camino.
La tele y el diferido nunca se van a ni a acercar, no van a
ser lo mismo.
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