Hola Andrés
Normalmente a todos os llamo por vuestro nombre de pila,
aunque sea necesario tener que buscarlo y suene raro. Es una manera de hacerlo
familiar, porque así os considero. Sois la familia de esas dos horas que paso
delante de la tele de vez en cuando y sobre todo cuando, en vivo y en directo,
compartimos junto al resto de esas diez mil almas dentro de nuestro palacio.
Ahí estoy, en tercera fila, casi en frente de donde tu has
estado estos tres años. Gritando, saltando, aplaudiendo. Viviendo cada partido,
cada cuarto, cada ataque y cada defensa con la intensidad que nos has enseñado.
No te voy a engañar, voy de frente. No entendí tu fichaje.
Siempre has sido el enemigo, tanto en Baskonia como con Argentina. Y nos has
hecho mucho daño y no te hemos podido disfrutar mientras nos hacías roto tras
roto. Mientras nos provocabas y sacabas adelante partidos y nos hundías en la
miseria. Se me hacía tremendamente difícil creer que venías para algo más que
llevarte un pastón en un año de retirada. Después de que no volvieses a ser el
jugador referente en Baskonia no sabía que nos ibas a aportar. No te veía
dentro de un equipo casi perfecto, que me hacia tanto disfrutar pero al que le
faltaba ese poquito para levantar esa Copa de Europa que tanto ansiamos. Para
ganar esas finales en las que sin saber porque se nos escapaban por algo.
Y te tengo que pedir perdón. Y te lo seguiré pidiendo,
aunque nos has hecho una putada retirándote y no te hemos podido despedir
levantando un título, dejándonos la sangre juntos, como tantas y tantas noches.
No creía en ti, y me callaste la boca. Me costaba aplaudirte
y ahora me sangrarían las manos mil veces por volverlo a hacer.
Lo has dicho tú en muchas entrevistas, no eres un jugador de
talento. No eres un jugador de una técnica soberbia. Tampoco de un tiro
excelso. Todo eso lo teníamos antes de que vinieras. Pero nos diste ese algo
que nos faltaba. A un equipo de leyenda le metiste los huevos suficientes para
ser un campeón de leyenda. Nos estábamos quedando con todos los records, pero
nos pesaba ese de “otro año sin ganar”. Porque habíamos ganado ligas y copas,
pero nos faltaba Europa.
Y me voy a ese fin de semana. Pusiste la intensidad que nos
hacía falta, y contigo todo el talento que va detrás, con una enseñanza clara.
A esto se puede ganar por talento, porque eres mejor, pero si no pones todo lo
que tienes dentro, no serás un campeón.
Y eso es lo que tu eres. Esos son tus triples, tus entradas
alocada, tus técnicas, tus defensas, todos tus gritos, todos y cada uno de los
tapones que cambiaron cada partido.
Y te vamos a echar de menos, eres nuestra historia. Nuestra
leyenda, en tres años has reflejado todo lo que es el Madrid. Porque no hay
imposibles, siempre se puede dar un poco más. Siempre, y siempre HASTA EL
FINAL.
Gracias Chapu por estos años, que bueno que viniste…. que
jodidos nos dejas, te vamos a echar de menos, queríamos haberte despedido en
casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario