viernes, 30 de junio de 2017

LA LA LAND

Va a se un poco raro explicar esta película. ¿Es buena película?, la respuesta, bueno mi respuesta, muy al final es que sí. He estado peleando durante toda la película con mi mente, para que no pensara que es más de lo mismo puesto en bonito (volveré con lo de puesto en bonito).

La típica historia tantas veces vista. Chica actriz con grandes sueños que no consigue ninguno pero sigue peleando. Chico músico con aires de grandeza que adora su música y sueña con ella.

Se conocen, la vida les trata bien, luego mal. Cuando uno “triunfa” el otro se hunde. Los sueños y los conflicto se chocan y ya no sabes si eres o no feliz. Si te hace feliz lo que estas haciendo. Piensas que los sueños no pueden cambiar y el cambio de esos objetivos son el principio del fin.

Crisis

Caída

Pero siempre vuelve ese enredo para que todos puedan cumplir sus objetivos; tengan su carrera, monten su bar.

Pase el tiempo y eso sea lo único que importa. Conseguir los sueños, sin tener en cuenta quien los sueñe contigo. Y es esas estas, cuando la película te da la patada definitiva. Y ahora ya depende de uno mismo cómo quedarse con ella, con su mensaje.

Sí, tienes todo lo que siempre quisiste pero, joder; esos últimos minutos son tan perfectos. El hilo argumental es el mismo; el punto final es el mismos; pero el quien es tan distinto.
Es bueno, el resultado es casi perfecto. Pero te muestran que podría ser mejor ¿En que momento perdiste al quien?. Podría haber sido tan bonito. Nos lo dice esta última mirada.

Podría terminar aquí; pero he de volver al tan bonito (ese pasado en el que me fijaba en como se cuentan las historias, con que técnica). Dos momentos para enmarcar:

-       Plano secuencia en la colina
-       EL final, esa elipsis perfecta. Hubiera sido tan bonito todo.


Es lo que tiene soñar con la ciudad o con las estrellas. Lo consigues, pero ¿de verdad es lo que quieres mirar?

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