Compartiendo la fiesta

Os voy a contar un cuento

Ya es mañana, y como les habían avisado los monitores, ayer era un día para probar todas las pruebas para hoy realizar una competición por parejas.

Ya habían decidido hacerlo juntos, se conocen lo suficiente para confiar el uno en la otra y tienen el mismo objetivo común, salir a divertirse.

La primera es una prueba de tiempo, Consiste en saltar de una a otra bola gigante entre dos pasarelas. Cuando uno cae puede ser ayudado a levantarse por su compañero y ambos tienen que completar el recorrido.

Empieza la niña, se mueve como una sirena en el agua, salto, salto, salto pasarela, choca la mano con nuestro niño,  salto, salto, voltereta y zurriagazo. Cae en blandito pero no se le ve, no se ha hecho daño, no puede parar de reír. Su compañera llega y, al ver el panorama, no puede evitar la risa. Son incapaces de levantarse, empujón tras empujón, risa a risa. Terminan la prueba, no son los mejores, pero se han divertido.

La segunda de las pruebas es una carrera en dos fases. Primero unas tablas con cuerdas sobre las que poner los pies y, sujetando las cuerdas, andar coordinados; después un saco gigante en el que avanzar a saltos. Por muy extraño que parezca, coordinación perfecta. Uno, dos, uno, dos, uno, dos; ninguna caída, las prácticas de ayer les han servido para hoy, esfuerzo recompensado. No hay caídas. Ganan.

La justa con sus golpes, el pañuelo con su rapidez, las dianas y su precisión. Tantas y tantas pruebas. No se sabe cuál es el premio, pero divertirse tanto les parece justo.

Llega ya el final del día, cansados pero contentos. Se han divertido. Las nuevas pruebas tienen mucha culpa, pero hay mucho niño que se va enfadando porque dice que ha perdido. Sólo buscar o valorar si se gana el premio. Son niños, no se juegan nada, si acaso, lo que ponen en juego es su diversión, y en eso, juntos, con o sin pruebas, han ganado tanto.

-       "Mañana aunque no haya hinchables si quieres jugamos juntos."

-       “Si, seguro”. Contesta sin tener en cuenta ninguna de las consecuencias de esas palabras tan sencillas y a la par tan complicadas.

Se va cada uno a su casa.

Se han divertido.