Del lat. metus 'temor'.
1. m. Angustia por un riesgo o daño real o imaginario.
2. m. Recelo o aprensión que alguien tiene de que le suceda algo contrario a lo que desea.
Fuente: Rae
¿Tenemos el miedo dentro y simplemente tiende poco a poco a
aparecer?
¿Nacemos con o sin él?
¿Aprendemos a tener miedo?
¿Nos obligan a tenerlo?
¿Es una excusa?
¿Es una motivación?
¿Por qué tenemos miedo?
¿A qué?
¿Nos acostumbramos a tenerlo?
¿Cómo lo vencemos?
Seguro que algún científico en la sala es capaz de describir
algún tipo de reacción química o neuronal de nuestro cuerpo hacia esas
angustias ante lo que no esperamos o no conocemos. Pero no quiero ir por ahí,
no es un miedo a la oscuridad, a un bicho, a un sitio cerrado. Seguro que esa
explicación científica está de sobra elaborada y hay miles de teorías que lo
apoyan. No ese no es el tema.
Quizá en algún salto nos hacemos daño, mucho daño y de forma
inconsciente, al siguiente salto, saltamos sin miedo pero nos protegemos,
tanto, de tal manera que nos estamos desequilibrando y destrozando el resto del
cuerpo. Ese miedo como defensa propia, inconsciente, o eso creemos. Por ahí si
puede ir un poco más el tema. Aprendemos a protegernos (o creemos que nos protegemos)
por miedo a que ocurra una situación igual, que ya hemos vivido. Pero entra más
el subconsciente que el consciente, puesto que son actos cotidianos. Otra cosa
es que ni tan siquiera saltemos.
Aprendemos a tener miedo, nuestro pasado nos condiciona
nuestra futuro, ese miedo a que vuelva a suceder, a que vuelva a no salir bien,
es eso lo que nos atenaza y nos haga no salir a jugar. Seguro que nos perdemos
algo increíble por miedo a que no pueda salir como nosotros queremos. Me gusta
la segunda acepción de la RAE. Esa es una excusa.
Cuando nos han hecho daño, nos protegemos hasta el punto de
tener miedo.
Porque no tenemos miedo de tener miedo. Al final, con o sin
miedo, acabamos sufriendo igual.
Volveré otro día con todas las preguntas y ninguna
respuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario