La fiesta inesperada

Os voy a contar un cuento

“Debido al proyecto de mejora de la imagen emprendido por el ayuntamiento, cuyo fin es repintar todos los elementos del parque, estos días no se podrán utilizar. A cambio, el propio ayuntamiento ha promovido lo que han llamado la fiesta de la pintura, contando con actividades y elementos hinchables para que la espera sea divertida”.

Suena muy bien, es una buena oportunidad para salir de la rutina y divertirse de otra forma y manera. Y nuestro niño no lo va a dejar escapar. Quiere probar todo, saltar en todo. No tiene muy claro cuántos días será pero, mientras dure, no le importará quitarse tiempo de otras actividades para así estar un ratito más.

Está disfrutando de esa nueva experiencia. Salir de la rutina de vez en cuando, aunque esa rutina suponga divertimentos, es bastante placentero.

Hacer otras cosas distintas a las de siempre para valorarlo todo en su justa medida. No significa que lo nuevo, por diferente, sea mejor; pero tampoco implica que, si se convirtiera en costumbre como la que se tiene, pueda ser mejor que la anterior. Todo depende de lo a gusto que estés con cada situación en cada momento. Y disfrutar de todo al máximo es lo único que realmente merece la pena.

En esas está cuando, casualmente, se encuentra con la niña del carrusel. No hace preguntas, sólo le ve divertirse y eso es lo que le importa, dan igual los culpables para estos hechos. Le ve bien, todos siguen jugando sin importarles nada más.

Hay tantos juegos, tantas novedades, tan poco tiempo, que no importa nada más. Da igual con quién te toque competir en la justa; de la mano de quién vayas en el saco; lo rápido que sea tu rival en la yincana; lo fuerte que tiren de la soga y el pañuelo, las volteretas que se den saltando de bola en bola gigante.

Tanto y tanto por hacer. Está siendo tan divertido que es una pena que llegue el final del día. Pero tanto lo bueno como lo malo tiene que llegar a su final.

Otro encuentro inesperado

-       ¿Te has divertido?

-       Sí.

-       Mañana, si quieres, hacemos las pruebas juntos.

-       Vale.