Cuando me he enterado, he intentado enfadarme y mucho.
Empezar a buscar argumentos y excusas para ponerte a parir, para decirte que es
una mala elección, que me has traicionado, que confiaba en ti, que te he
querido y disfrutado tanto que no entendía porque ahora me haces esto. Y lo he
intentado con todas mis fuerzas pero no me ha salido.
Cuando hace cosa de un año me despedí de ti, te desee lo
mejor, porque así lo pienso y lo sigo pensando. Me dejaste un poco huérfano, ha
sido muy complicado saber de ti durante todo este tiempo y lo poco que se ha
ido sabiendo no han sido siempre buenas noticias. En mi cabeza quedaba mucho
mejor y he preferido quedarme con eso.
Sabíamos que la aventura iba a ser así, que no se podía
considerar un triunfo. Pero tenías que intentarlo y nadie puede culparte por
ello.
Se me va a hacer muy raro verte de nuevo y con no sea
conmigo. Que luches por otros objetivos que sean tan distintos a los míos, que
pasemos a ser enemigos porque la decisión que has tomado no es la que yo
esperaba. Salvo esos días, te voy a seguir deseando lo mejor. Lo que mereces,
pero no te voy a odiar, tampoco te podré alabar, pero en el fondo estaré
triste, porque podría ser tan bonito.
Pero tampoco te cierro la puerta, quizás sea ese sueño o esa
inocencia. Pero si vuelves, si decides volver, seguro que me olvidaré de todo
el daño que me hace, de todo el que me puedes hacer, y volverá a ser como antes.
Como en los tiempos divertidos, esas noches especiales que tanto y tanto me has
hecho disfrutar. Esas que nada más levantarme ya estaba deseando que llegara,
tan intensas, tan excesivas, tan bonitas.
Esa MAGIA.
Y es por eso, seguro que muchos pensaran que me debería
sentir engañado, que has jugado con mis sentimientos, que me has dado falsas
esperanzas y que después sólo has mirado por ti. Y me parece bien que mires por
ti.
Pero no te voy a odiar porque durante mucho tiempo me has
hecho feliz. En días tan oscuros te propusiste que al menos durante un rato
todo fuese perfecto. Montar un parque de atracciones y hacer disfrutar a cada
instante, sin importar nada más, sin ver quien estaba delante. Simplemente
hacerlo tan bonito que no me importara lo demás.
Y es que la memoria, esa que me escasea, podría recordar
tantas cosas. Y soy agradecido, suena raro ante esta situación, cuando te has
ido a otro lado y por el momento no vas a volver conmigo. Y joder, hemos
disfrutado tanto, hemos ganado tanto, ha sido tan bueno, me has hecho tan
feliz.
Voy a mirar el calendario y marcarlo en rojo, ya no puedo ir
igual que antes porque el tiempo ha hecho mella, pero ten por cuenta una cosa,
cuando llegue ese día, me levantaré y aplaudiré al oír tu nombre, porque, para
mi, y me da igual todo lo demás, Chacho, siempre serás uno de los nuestros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario