Vuelta al carrusel

Os voy a contar un cuento

Ya han pasado unos días desde que ya no hay hinchables en el parque. La vida y sus circunstancias han hecho que nuestro niño haya estado una serie de días sin dejarse ver por el parque. Cuando ha podido pasar por delante, aunque la velocidad de la vida no le haya dejado pararse un rato, ha tratado de ver la composición de su parque. Todo en orden, ese carrusel siempre en la misma posición, muy raro sería el azar que hiciera que se quedase siempre en la misma posición después de ser utilizado. Aún es demasiado joven para creer en el azar y conocer su cara más cruel. Por lo que en su simple mente se instaura una simple conclusión: Nadia lo ha utilizado. Y eso le reconforta, sabe que no ha cumplido su palabra, sabe también que no es culpa suya, pero a veces la distancia es necesaria para analizar muchas circunstancias y las obligaciones obligan a tomar otro rumbo.

Pero mañana se acercará al parque y algo le dice que encontrará lo que necesita. Y nada tiene que ver, o quizá sí, que haya visto cómo se descargaban maletas de un coche medianamente conocido. Juega sobre seguro y seguro que va a jugar.

Ya es el mañana que esperaba, baja al parque y coincide con esa nueva amiga en la que había pensado, en cómo seguir divirtiéndose.

-       "Hola, perdona que no he estado estos días." Dice con la suficiencia de saber que no puede haber reproches, porque la situación es recíproca.

También, quizá, porque son niños y no entienden esas futuras rencillas o, simplemente, es que son amigos.

-       "Yo tampoco he estado."

Recibe la respuesta que esperaba y sigue la conversación con preguntas sobre esos días, los dónde han estado, los qué has hecho, los te lo has pasado bien.

Una situación habitual tras unos días fuera entre dos desconocidos que siguen conociéndose. Toda situación normal, no se ven atisbos de ese raro pasado, todo sigue igual a ese final, a esa fiesta y competición.

-       "Vamos a jugar." No pregunta, asume.

-       "No, me voy al carrusel."

Sigue avanzando entre el silencio que provoca la incomprensión.