viernes, 2 de marzo de 2012

Algunos imposibles no se consiguen.


Lo mismo que antes, si esperáis un tema trascendental, no sigáis leyendo, ahora se escribe en clave de Baloncesto.

No ha podido ser, el Bilbao ha ganado al Unicaja en un partido lleno de nervios y el Real Madrid al Montepaschi en un canto al Baloncesto (otro más por cierto) pero que no ha servido para pasar a la siguiente ronda.

Ha sido un partido hermoso, de los que hacen mucha pero que mucha afición, pero la gesta era muy grande. Puede ser que imposible.

Pero sí, era imposible, pero para mí eso es lo que merece la pena lograr, las cosas fáciles, que salen sin más ¿qué atractivo tienen?, si siempre se consigue lo que se quiere, que mérito tiene conseguirlo, o mejor dicho, si lo que hay que conseguir es sencillo, fácil, ¿dónde está el mérito?. Para eso están los imposibles, porque un imposible no es algo que no se pueda logar, sino algo que todavía nadie ha logrado.

Cierto, era difícil, muy difícil. Pero el raro (o loco) de mí, prefiere ilusionarse, estar motivado todo el día ante la posibilidad de que pase, de que sean capaces de hacerlo. Vivir el partido con emoción, cabrearme cuando Singler está fuera del partido o Tomic no hunde el aro, ver que es posible cuando Carroll calienta la muñeca o Mirotic hace un tiro de los suyos (o sea perfecto).

Si se ha perdido, bueno, más bien, no se ha pasado a la siguiente ronda. Se han metido más de 100 puntos a un equipo llamado a la final four. Realmente no puedo recordar y destacar a uno sólo del Real Madrid, tendría que ver las estadísticas, pero ese es el detalle que me gusta, no poder destacar a nadie.

Quiere decir que todo el equipo ha estado bien.

La clave del partido la veo en las dos bolas que se han perdido en el tercer cuarto, cuando la remontada aún era posible, han sido Mirotic y Begic. Y también en la aparición del tal Ress, hecho en sí que me ha encabronado con Tomic y Begic, por no salir a poner la mano.

Como he leído si te mata Maclaleb, pues mayormente, te jodes, pero Ress?????

Ha tocado mirar a Málaga y en ocasiones el milagro venía por ese lado, pero sin tensión es muy difícil.

El partido ha acabado cuando se ha terminado en Málaga, con el Bilbao victorioso. Pero es de alagar la actitud y el esfuerzo.

Sólo pido un poco de paciencia, porque los imposibles se consiguen insistiendo mucho, siendo muy pesado y haciendo las cosas bien, y esos chavales, con ese entrenador lo están haciendo.

A veces el resultado no es el que se quiere, es lo que tiene atacar un imposible, pero si no lo consigues y te encuentras satisfecho con lo hecho, realmente, el intento ha merecido la pena.

Prefiero intentar y perder que quedarme con las ganas por no atreverme.

Hala Madrid

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