miércoles, 7 de marzo de 2012

El extranjero


Os voy a contar un cuento

Hay días de esos en que un niño necesita llegar a casa, después de que en el colegio vaya todo mal, y sentir el calor del hogar.

Nuestro niño está en uno de esos días.

-“¿Hola?, ya estoy en casa.”

Escucha una voz de lejos, diciendo algo que  no llega a entender.

Se acerca a la cocina, debería haber algo rico para comer. Quizá llenar el estomago sea lo que le hace falta, cuando hay nudos, dicen que se quitan empujándose con comida.

Mira el plato, y no lo hay, un extraño objeto lo sustituye, y al mirar dentro, no comprende nada, desconoce ese tipo de comida.

Los cubiertos no están, los han sustituido por extraños utensilios.

-“¿qué es esto?”

Mirando a su familia, recibe palabras que sigue sin entender, lo único que entiende por los gestos, es que cada vez deben ser peores, son más fuertes, de más volumen, más enfadadas.

No entiende nada….

Se sienta, intenta vaciar el plato, y prefiero dejarlo. No le apetecen experimentos.

Mejor una siesta de esas que reconfortan, se va a su habitación. No la encuentra.

Abre todas las puertas, y no está. Donde siempre se tumbada, su templo de juegos, está lleno de utensilios y juguetes que no comprende, que no entiende.

Vuelve a preguntar.

Ahora si recibe una contestación que entiende.

¿Qué te pasa?, que llevas molestando todo el día, no nos dices nada y no has comido, y ahora vas a tu habitación y parece que no la hubieras visto nunca.

Le gustaría despertarse y que fuese una pesadilla, pero no, se acaba de dar cuenta que al entrar en su casa, hoy, justo hoy se ha dado cuenta que es un extranjero.

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