sábado, 17 de marzo de 2012

Reflexiones de una noche de verano


18 de Jul, a las 00:06
Hace mucho tiempo aprendí que el mundo es injusto y a mí me toco ser de los buenos. De los que no duermen por conseguir sus sueños mientras a otros se los regalan. De los que tienden la mano aunque eso sólo signifique volver al infierno. De los que no se quejan y siguen peleando. De los que no se llevan a la chica. De los que siempre están en su sitio. Porque cambiar rompería el equilibrio y para que el mundo gire alguien se tiene que preocupar de sostenerlo y empujarlo, mientras que el resto vive sin apreciar esa existencia hasta el momento que falta; y no te nombran para echarte de menos, sólo para llamarte egoísta y desatar su ira. Y en ese hipotético momento, tan sólo habrás hecho lo mismo que hacen ellos. Vivir sin mirar a los lados a no ser que sea para apoyarse, hundir y quedar por encima de quien ahí está.
Lo seguiré haciendo, pero no se me puede exigir que sea con una sonrisa, sería demasiado cruel... pero eso... que importa.

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