La tarde empieza ajetreada, con correos y comprobaciones de esas que se suelen considerar como “para ayer”.
Uno cuando llega al curro (bien sea de tarde o de mañana), abre el correo, la prensa, las redes sociales, ojea todo y llega el momento del café o derivados. Tras él, ya se puede comenzar a currar en condiciones. Hoy la hora del café se ha ido hasta las 18 horas y la de las demás cosas un poco más largo. Digamos que había lío, solucionable, pero lío al fin y al cabo.
Después de encontrar la solución y el cierre, a pintar, y salen las dudas y realmente después de preguntar piensas que ha sido maña decisión, pero te enteras de unas cuantas cosas.
Merienda cuando se puede y ya viene el partido, no ha podido ser (de esto escribo en otro lugar).
Como todo, siempre es cuestión de detalles, sean buenos o malos y mejor no ser observador porque no merece la pena.
Dejando los resultados, lo importante es estar satisfecho y orgulloso.
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