Despertar

Cuanto tiempo lleva esperando esto, por fin la tiene delante, poco a poco se va acercando a ella. Puede haber palabras pero sería extropear esa sensación que a ambos les recorre el cuerpo. Son felices. 

La distancia entre sus caras se reduce, ya ni siquiera una simple hoja de papel podría entrar por el hueco que queda para que se unan. Nuestro niño levanta el brazo y dirige su mano hacia el largo cabello de ella. Lo recoge, lo deja caer suavemente entre sus manos, vuelve a cogerlo y lentamente lo acompaña hasta aposentarlo tras la oreja de ella, hacieno una curva perfecta el pelo queda encallado en el muelle en el que se ha convertido la oreja de ella.

Comienza a acariciarle cara, muy lento, muy suave, quiere aprovechar ese momento, lo ha soñado tantas veces que no quiere que se le escape ningun detalle, ninguna sensacion, nada, quiere que todo sea perfecto. Llega a su barbilla, disfruta del momento, y lentamente dirige su mano hacia la parte trasera del cuello de ella.

El tiempo se ha detenido, las distancias ya no existen, ella gira ligeramente su cabeza y ambos cierran los ojos. Esos ojos con los que siempre han hablado, esos ojos que les sirvieron hace mucho timepo a ambos para seguir luchando, esos ojos que un día les permitieron conocerse, esos ojos estan cerrados, es hora de que sus labios comiencen a comunicarse.

Es el gran momento, tras tanto tiempo dos almas se van a unir, dos personas que han compartido tanta desgracia van a empezar a vivir a conocer la felicidad.

Todo es como nuestro niño siempre habia soñado, se acercan su labios y.................

pipipi pipipi pipipi piiiii pipipi pipipi piiiiiiiiiii piiiiiiiiiiiiiiiiiii piiiiiiiiiiiiiiiiii PIIIIIIIIIIIIIIIIIII

Nuestro niño se despierta, el maldito despertador.

Era como siempre lo soñaba, porque nuevamente lo estaba soñando, pero era tan real, lo ha vivido tan dentro de su corazón, se despierta desconcertado. Otra vez no puede ser que estuviera dormido.

Ahora si, tiene una cosa clara en su cabeza, va a hacer algo que hace mucho tiempo debiera haber hecho, y por alguna razón nunca se ha atrevido.

Se levanta, se viste, sale de su casa y se encamina hacia un lugar familiar. Entra sube en el ascensor y se situa delante de esa puerta tan familiar, entra, ahi esta ella, igual de tumbada que siempre, sus ojos se vuelven a comunicar, ella sigue sin poder moverse, pero el comienza a acariciala el pelo.