domingo, 31 de julio de 2011

Gritando

Nos encontramos en el parque

Un balon de por medio, y ya se sabe, a darle patadas sin sentido, manias de los niños. Pasar la tarde corriendo, cansandose, detrás de una cosa redonda sin mas fin que darle patadas. 

¡Que cosas mas raras hacen estos niños de hoy en dia!


En una de esas patadas, la pelota, se aleja, mucho, pasa por encima de esas marcas que antiguamente eran unas rayas blancas en el asfalto y ahora se pueden considerar cotas puntuables de montaña, con colores, cada vez mas…. distintos, por ponerles un nombre.

La pelota, esta ahí, al otro lado de la calle, el niño inconsciente, se acerca al final de la acera, y de repente un chispazo en su memoria, frena en seco, RECUERDOS, MALOS RECUERDOS, antes de cruzar.

Se para y ve a un grupo de personas al otro lado, en vez de cruzar comienza a pedirle la pelota al grupo de personas.

Grita y grita, cada vez mas alto, pero no obtiene respuesta

Sigue gritando, mas y mas fuerte, la garganta le empieza a doler, hace mil aspavientos, pero nada no obtiene contestación, mientras observa, como el resto del parque ha dejado sus quehaceres para ver la situación, unos atonitos, otros impasibles, e incluso alguno comienza a reir.

Nuestro niño se da por vencido, va a tener que cruzar, se arma de valor, lo piensa dos segundos y en ese momento la pelota llega al lado suya, un chaval que pasaba por el otro lado, se la ha pasado.

Como ya estaba dispuesto a cruzar, cruza, por el simple hecho de dar las gracias, mientras cruza, observa como el otro grupo se aleja riendose, sin tener en cuenta nada de lo que ha pasado, se acerca al joven, y muy agradecido, le da las gracias.

- “Muchas gracias”
- Recibe una sonrisa de respuesta
- “por pasarme la pelota, digo”
- Otra sonrisa como respuesta

Nuestro niño nota algo extraño en ese joven
El joven a ver la cara del niño, con sus dedos señala sus oidos y su boca, y procede a hacer un gesto inequivoco de negacion.

Es sordomudo, pero aun asi, el unico que le ha escuchado.

Moraleja: Cuando necesites algo de alguien, que se te haga caso, no depende de lo alto que grites, sino de que la persona te quiera escuchar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario