domingo, 31 de julio de 2011

Un miedo gracioso

Al día siguiente, en su cabeza sigue rondando la mala sensación del día anterior, poco a poco le va importando menos que le hubieran chuleado, lo que le sigue doliendo es la imagen de su amigo.

Mientras va por la calle con su madre, pensando en ello, ve un cartel intrigante

“El circo llega a tu ciudad, ven a vernos, los mejores payasos están con nosotros”

le llama la atención el termino de payaso, el lo tiene como algo despectivo, y lo ha utilizado en ocasiones como insulto. No comprende como alguien puede ir a ver a unos payasos, el considera payasos a los niños de la tarde de ayer, y no entiende como alguien puede pagar por ello.

Esa noche, cuando llega su padre a casa, le dice:
“hijo, tengo una sorpresa, he comprado entradas para el circo para que vayas con tus amigos”

La idea no le gusta nada, pero no es capaz de decir que no, además va con sus amigos, y cualquier cosa que haga con ellos, termina siendo una buena tarde.

Al día siguiente, cambia el parque por el circo. Entran en esa carpa tan extraña, y tras un buen rato esperando se apagan todas las luces, queda todo en penumbra, y una pequeña luz empieza a enfocar a un extraño personaje.

Cara pintada de blanco, medio calvo, salvo por un pelo encrespado de color verde muy mal peinado en los laterales, una nariz roja que se ilumina, y que es el centro de todas las miradas entre tanta penumbra, una ropa como si fuera de su hermano mayor y unos enormes zapatones.

Nuestro niño no lo confesará, pero en estos momentos ese extraño personaje le da miedo, entonces cuando se esta acercando hacia publico, su miedo va creciendo, ¿que hará?. Suena una bocina, el payaso mira hacia atrás, y plas, un tartazo en la cara.

A nuestro niño se le escapa una carcajada, el payaso se pone a buscar y correr sin sentido detrás de quien se la ha tirado, en su camino pierde la cuenta del numero de veces que se ha caído, entre carcajadas de todo el publico.

El espectaculo prosige, y lo realmente importante, es que a los niños se les ha olvidado la mala situación de ayer, y todo ello lo han conseguido unos payasos muy diferentes a los de la tarde anterior.

Termina el espectaculo, en su cara se refleja la ilusión de un niño que se lo ha pasado bien, y tiene una cosa clara, nunca más la palabra payaso será un insulto, si la llega a utilizar sera todo un alhago.

Esos extraños personajes le han hecho feliz, le han arrancado una sonrisa, y eso que al principio tenia miedo.

Enseñanza: Superar su miedo le ha hecho sonreir, le ha hecho feliz y olvidar lo malo.

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