domingo, 31 de julio de 2011

Nos vemos mañana viejo

Se dispone nuestro niño a salir al parque, por fin ha llegado la hora, la necesita más que nunca, un rato ahí fuera, olvidar por un momento. 

Sale a la calle y comienza a andar, mira a derecha e izquierda antes de cruzar, no quiere repetir viejos sustos, y hoy tiene el cuerpo con una rara sensación, y ser previsor nunca ha sido malo.

Ya ha cruzado, y empieza a notar esa sensación, ese escalofrio que le recorre el cuerpo, que le hacia mirar hacia atrás, y empezar a correr mas y mas rapido…

Esa sombra que le acechaba, esa sombra que le perseguia, esa sombra que…

Esa sombra que venció hace tiempo, aprendió a vencerlar, consistia en cabeza alta y mirada al frente, como la memoria es uno de sus grandes fuertes, asi lo hace. 

Poco a poco se acerca al parque, poco a poco se pierde la sombra.

Ya esta en el parque, “su salvación”, empieza a mirar a su alrededor algo le resulta extraño, desde lejos veis a todos sus amigos, ahí estaban esperando, pero llega y no estan, mas que no estar no encuentra sus caras, por mas que les mira no les reconoce, que esta ocurriendo, donde esta, a donde ha ido.

Mira al otro lado del paque y ahí sigue su casa, comienza a correr hacia ella, ni se da cuenta de que ha cruzado la calle y ya esta en la puerta, entra lo mas rapido que puede


Llega al pie de la escalera, le vuelve la sensación, mira hacia atrás y aparece de nuevo la sombre.

“Mirame a la cara”

“Mirame a la cara”

Nuestro niño sube corriendo a su habitación y se mete en la cama

Ahora solo piensa en cumplir su promesa, esa promesa que no hace mucho tiempo hizo al sol cuando este se iba a dormir en la cuna del mar.

Nos vemos mañana viejo

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