viernes, 29 de julio de 2011

Una estructura de metal con un tablón de madera

Hoy el niño se ha levantado contento, no sabe los motivos, quizá ni los tiene, pero hoy le apetece ser feliz, sabe que su día va a ser igual de rutinario, pero le da igual, hoy quiere estar así, y nada ni nadie se lo puede impedir.

Ya se encuentra en el parque, lugar donde ha vivido las mejores experiencias. Esta jugando con otros niños, a algunos no los conoce, pero esta es la magia de estas edades, con un simple “hola, quieres ser mi amigo”, sirve para romper el hielo y poder jugar, así de sencillo son las relaciones, podían seguir siendo así. 


Estaba jugando, pero hoy tiene una nueva misión, en el parque donde habitualmente juega, han puesto una estrcutura muy extraña, son unos cuantos palos metalicos y del palo horizontal cuelgan 4 cuerdas, que están unidas dos a dos con unas maderas.

No sabe, no entiende que es eso, pero le gusta, y quiere probarlo, la curiosidad por lo extraño le atrae y se dirige hacia el, sin miedo.

Se sube, pero ve que el solo no puede, necesita ayuda, y cuando cree que se va a tener que bajar, le viene una mano amiga, que empieza a empujarle, no sabe quien le empuja, pero le da igual, ya tiene una persona en la que confiar para siempre, aunque no la vuelva a ver.

El niño siente volar, se siente libre, sube y baja sin miedo, observando parte del mundo que desde el suelo su pequeña estatura le impide contamplar. Encuentra nuevos objetivos, el parque es mas grande de lo que imaginaba, junto a su parque hay más casas, y esas casas tienen su parque, entre medias hay un territorio que muy pronto descubrirá, la peligrosa calle.

Hoy nuestro niño ha aprendido a confiar por el simple hecho de divertirse, y sobre todo ha visto mundo, aunque sea sentado desde un tablón de madera que esta sujeto a un palo de metal por una cuerda.

Mañana querra seguir conociendo el mundo...

Un niño puede tener 3 años, 5, 10, 15, 20, 30 o incluso 60

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