Ya llegan los dias de verano, esos en los que las noches se pueden apurar un poco mas de lo habitual, al dia siguiente no hay obligaciones mas alla de las que uno se impone, por lo que se puede aprovechar el frescor de la noche, para descansar durante las calurosas horas de sol.
En estas noches, mas tranquilas, donde la cabeza no esta ocupado en los pensamientos cotidianos, nuestro niño comienza a observar el cielo.
Por suerte, desde su patio, las luces no impiden comtemplar el cielo. Es una de esas noches limpias, sin luces, sin nubes, tan solo brillan las estrellas y por encima de ellas la luna.
La luna tendra otro capitulo a parte, su fiel compañera de insomnio se merece eso.
Pero esta en eso, mirando las estrellas, y empieza a divagar, por que se dira ver las estrellas cuando hay mucho dolor, en esas esta, la mente de nuestro no comprende como algo tan espectacular como lo que esta viendo se compara con un dolor tan grande, entonces decide que ya va siendo hora de marcharse, se va a levantar, se apoya y comienza a ver las estrellas. De observarlas se le habia olvidado que debia tener cuidado, ahora acaba de comprender el significado de la frase, debe ser que de verlas te acercas tanto a ellas que luego la caida es muy grande y por eso duele, tiene que ser asi, porque el ahora mismo se ha dado un buen golpe.
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